El chocolate es elaborado con cacao; la vaina de esta fruta se convierte en manteca y las semillas en pasta. Ambos ingredientes se mezclan con leche, esencias y azúcar para crear el producto final.
La pasta de cacao es el ingrediente más importante, ya que es el que le da sabor y calidad a los distintos tipos de chocolate. La manteca de cacao brinda la firmeza, debido a que sólo contiene elementos grasos.
Para cocinar, es muy importante conocer los tipos de chocolate. Todos tienen usos diferentes debido a su composición. Existen 6 variedades diferentes :
1. Chocolate blanco
Este chocolate sólo contiene manteca de cacao y como ésta proviene de la cáscara de la fruta, no posee el color café del chocolate. Además, tiene un alto porcentaje de leche y puede teñirse con colorantes en base a aceite, porque no cambian su composición.
No tiene muchas variaciones en cuanto a calidad, porque la pureza del chocolate se mide conforme a la pasta. Como esta versión no la tiene, las diferencias en sabor y textura radican en las esencias, cantidad de leche y azúcar que se le adicionen.
Puede utilizarse para bañar cake pops, hacer chocolates con coco rallado, paletas, brownies, queques, smoothies, y mucho más. Es comercializado en formatos para repostería, barras y golosinas.
2. Chocolate con leche
Este chocolate contiene un 25-40% de pasta de cacao y más de un 20% de leche, que puede ser adicionada en forma de polvo, líquido o suero. Es muy dulce y se consume principalmente como golosina y no para repostería. Esto, debido a que su textura es muy suave - gracias al alto porcentaje de leche - y se derrite con facilidad, por lo tanto no brinda la firmeza necesaria para la mayoría de las preparaciones achocolatadas.
3. Chocolate dulce
Tiene al menos un 15% de cacao. El resto de su composición incluye saborizantes, mantequilla de cacao y leche. Se utiliza principalmente en golosinas y en chips de chocolate para repostería. Se puede encontrar en forma de polvo.
4. Chocolate semi-amargo
Contiene 45-69% de cacao entre pasta y manteca. Se puede usar para repostería y confitería. Es el chocolate más versátil, ya que - por su sabor intermedio - tiene muchos usos. Podemos encontrarlo en la mayoría de las coberturas de que dispone el mercado y utilizarlo en casi todas las preparaciones que usan chocolate.
5. Chocolate amargo
Este chocolate contiene cantidades mínimas o incluso nada de leche. Esta compuesto en un 51-99% de pasta de cacao y un porcentaje muy bajo de manteca para solidificarlo. Lleva muy poco azúcar. Se usa en repostería y lo venden en la mayoría de las chocolaterías como golosina.
Puede usarse para preparar panqueques, soufflé, chocolate caliente, brownies y otras preparaciones que no tengan sabor muy dulce.
Consumir cantidades moderadas de este chocolate a diario ayuda a prevenir enfermedades cardíacas.
6. Chocolate sin azúcar
En este tipo de chocolate, el azúcar es reemplazada por edulcorantes naturales, pero mantiene los demás elementos. Tiene distintos porcentajes de manteca y pasta de cacao. Es consumido por personas que no quieren o no pueden consumir azúcar y es muy popular en pasteles para diabéticos.
El hecho de que no contenga azúcar no significa que no tenga grasa: contiene manteca de cacao y elementos grasos de la leche.
Otro punto importante es que el chocolate como regla general tiene gluten, conjunto de proteínas de bajo valor nutricional que producen alergia en algunas personas. Sin embargo, hoy en día podemos encontrar las 6 variedades de chocolate en formatos libres de gluten en supermercados, chocolaterías y tiendas especializadas.
Cómo derretir el chocolate
Tal como antes mencionamos, todos los tipos de chocolate tienen manteca de cacao. Este producto no puede mezclarse con agua, porque pierde la continuidad de su composición y el chocolate "se corta". Si se requiere una textura menos espesa, se puede agregar crema de leche u otro producto a base de manteca, porque no afectan su composición.
Además debemos cuidar la temperatura en que se esta fundiendo el chocolate. Para esto es recomendable derretirlo en un bowl de vidrio a Baño María, con el fuego bajo y revolviendo constantemente para que no se queme. También puede derretirse en el microondas, en recipientes de vidrio a potencia media y revolviendo cada 15 segundos.