Díganme si no da rabia que ciertos productos duren tan poco. Algunas frutas y verduras terminan pudriéndose en menos de una semana. Pero lo peor de todo es cuando el pan se pone duro de la noche a la mañana. En mi casa, por ejemplo, somos sólo tres personas. Por lo tanto, muchas veces no alcanzamos a consumirlo todo y termina perdiéndose porque se endurece. Para que esto no te ocurra, entregamos los mejores consejos para conservar bien el pan de cada día.
1. Lo primero, es intentar consumir el pan durante el día. O sea, no comprar más de la cuenta. La idea es evaluar bien cuánto pan hay que comprar, para cada integrante y así no tener que botarlo después. Como ya conoces bien cuánto pan come cada miembro de tu familia, piensa cuántas veces al día lo consumirán y compra todo súper medido. Esta tarea es sencilla y te ahorrará la triste misión de tirar pan a la basura.
2. Otra opción, es guardar el pan en bolsas de papel. Jamás en la típica bolsa de supermercado, pues facilita que quede duro en poco tiempo. Las bolsas de papel, como las de kraft, son ideales para que el producto se conserve. Igualmente sirven las bolsas de tela, porque ayudan a que el pan respire y evitan la formación de los hongos. Recuerda que a mayor humedad, más rápido se endurece.
3. Nunca ingreses el pan al refrigerador, a menos que sea el típico pan de molde, que es el único que sí se mantiene en condiciones frías. Por lo mismo, es un mito pensar que el pan se mantendrá fresco dentro de la nevera. El frío acelera el proceso de descomposición. Así es que lo mejor es tenerlo a temperatura ambiente.
4. Otro consejo para evitar que se endurezca, es comprar panes en tamaño grande. Los típicos trozos que venden en el supermercado, de diferentes sabores. Incluso, el pan francés baguette es ideal, porque se mantiene mayor tiempo fresco. Mientras más grande sea el trozo, mejor será su tiempo de vida.
Finalmente, no lo expongas al sol, porque se va a secar y descomponer rápidamente.
Toma en consideración estos consejos y verás cómo tu pan se mantiene crujiente y rico.