En los días de calor la verdad es que no dan ganas de encender el horno para cocinar. Si este es tu caso, te presento una tartaleta que no requiere ser horneada. Queda igualmente rica y no te asas! La magia está en usar frutas frescas de la estación.
Ingredientes
1 ½ tazas de galletas de vino molidas
1 cucharada de azúcar
6 cucharadas de mantequilla
1 ½ taza de leche
5 cucharaditas de maicena
3 palitos de canela en polvo
2 duraznos
100 gramos de frutillas
Porciones 6 porciones
Preparación
Muele las galletas de vino en un procesador de alimentos. Derrite la mantequilla. Mezcla en un recipiente las galletas, la mantequilla y ½ cucharada de azúcar. Pon la mezcla en un molde de tartaleta, cuidando seguir los bordes.
Calienta la leche junto al palito de canela. Agrega media cucharada de azúcar. Disuelve la maicena en ¼ taza de agua y viértela en la leche caliente. Revuelve constantemente hasta alcanzar el hervor. Una vez la crema espese, retírala del fuego.
Espera unos minutos para que se enfríe la crema y vacíala en el molde de tartaleta. Lava y pica las frutas, luego ponlas encima de la crema. Refrigera por al menos 2 horas antes de servir.