El pesto es una de mis salsas favoritas. Es mágico como puedes lograr una mezcla tan rica de una manera tan fácil. El truco está en usar ingredientes frescos y que tengan un sabor especial.
Ingredientes 150 gramos de perejil fresco
1 ajo chilote grande
60 gramos de nueces
50 gramos de queso parmesano
¼ taza de aceite de oliva
sal y pimienta a gusto
Porciones 8 porciones
Preparación Lava y limpia el perejil, separando las hojas del tallo. Si quieres puedes dejar un poco de tallo, ya que se molerá, solo debes decidir si te gusta su sabor. Picar el ajo en trozos grandes, calentar el aceite de oliva en un sartén y sofreír el ajo por 1-2 minutos, hasta que comience a quedar dorado por fuera.
En un procesador de alimentos, introduce el perejil, ajo salteado junto con el aceite, nueces, queso y aliños. Si no tienes espacio para poner todos los ingredientes juntos desde el comienzo no te preocupes, pues el volumen irá disminuyendo a medida que los ingredientes se muelan.
Moler los ingredientes hasta que la pasta alcance la textura que deseas. Este pesto puedes comerlo de inmediato o guardarlo en el refrigerador por unos días. Ideal acompañando pastas, ensaladas o galletitas.