Me declaro fanática de los membrillos, me encanta su sabor, aroma, color y textura. Investigando sobre esta fruta aprendí que en Grecia estaba consagrada a Afrodita, la diosa del amor y la fecundidad. Se dice que las novias griegas mordían un membrillo para conseguir un beso perfumado antes de entrar a la cámara nupcial. Los romanos, a su vez, representaban a la diosa Venus con un membrillo en su mano derecha; y los novios solían comerlos como símbolo de suerte y fecundidad. ¿Por qué no utilizar esta fruta en la preparación de un delicioso bizcocho?. Atrevámonos con una receta entretenida, y disfrutemos de esta fruta consagrada al amor.
Ingredientes:
- 300 gramos de membrillo
- 10 gotas de limón
- 200 gramos de azúcar
- 300 gramos de harina con polvos de hornear
- 3 huevos
- 80 ml de aceite de oliva
- 1 pizca de canela
- 2 vasos de agua
- dulce de membrillo (para decorar)
Preparación:
Pelar el membrillo, quitarle las pepas y cortarlo en trozos pequeños.
En una olla poner el membrillo con el limón, el azúcar y dos vasos de agua. Cocinar a fuego medio hasta que esté tierno.
Escurrir el almíbar que haya quedado tras la cocción y triturar los membrillos con la batidora. Incorporar los huevos, el aceite y la canela. Seguir batiendo para crear una mezcla homogénea.
Cernir la harina y agregar la mezcla de membrillos, integrando hasta formar una masa
Untar un molde con mantequilla y rellenarlo con la masa. Cocinar a 170° durante 35 a 45 minutos.
Retira del horno y deja enfriar antes de desmoldar. Decora con dulce de membrillo y azúcar flor, para lograr la mezcla de texturas y dulzor necesaria.
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