La comida mexicana es súper amplia y nos nutre de muchísimas recetas deliciosas. En esta ocasión tenemos un delicioso pastel azteca, en donde puedes utilizar algunas sobras de pollo que te hayan quedado del fin de semana.
Ingredientes:
-3 ajíes rojos (si no quieres picante, pimentones)
-2 dientes de ajo
-1 cebolla
-3 tazas de agua
-2 pechugas de pollo
-8 tortillas de maíz
-200 grs de queso granulado
-sal y pimienta a gusto
Preparación:
Comenzaremos cociendo nuestro pollo (también puedes ocupar uno que ya esté cocido, asado, como lo prefieras), así que lo pondremos en agua a hervir con aliño a gusto. Después de aproximadamente 20 minutos asegúrate de que ya esté listo. Desmenúzalo para que podamos esparcirlo por nuestra fuente de manera fácil. Luego resérvalo.
Tomamos nuestros pimentones (en mi casa no se come mucho lo picante, así que lo chilenizamos, pero lo ideal es que lo hagas con ají), nuestros ajos y media cebolla y lo ponemos a hervir. Una vez que hierva, le bajamos al fuego y lo dejamos por 10 minutos más. Después tomamos todos nuestros ingredientes y los ponemos en una licuadora o en una procesadora de alimentos.
Los molemos bien y añadimos 2 tazas del agua en donde los hervimos. Ahora debemos tomar un colador y dejar en una olla sólo el líquido que nos quedó de esta rica mezcla. Añadimos sal y pimienta a gusto.
Tomamos nuestras tortillas y las doraremos para que no estén tan blandas y se rompan, ya que debemos sumergirlas en el líquido de los pimentones y cebollas. En este caso yo las corté por la mitad para que me rindieran más en mi fuente, pero todo dependerá del recipiente donde preparen este pastel. Vamos una a una pasándola por el agua de pimentones y luego las ubicamos en la fuente.
Encima les ponemos el pollo y la otra mitad de cebolla y los tapamos con un poco de esta salsa para que no quede tan seco. También le ponemos un poco de queso granulado. Aquí puedes innovar y jugar con otros ingredientes, ya que es bien libre.
Finalmente, añadimos otra capa de tortillas, pollo y cebolla, y tapamos con más tortillas. Le ponemos una última capa de queso y ponemos todo al horno precalentado en 170 grados. Una vez que el queso esté gratinado entonces ¡estará listo para comer!