No hay duda que la gran mayoría ama comer queque, en sus ilimitadas variedades, sabores y tamaños. Pero si son todos tan ricos, ¿por qué no mezclar? Pon en marcha tu creatividad dulcera con este rico Queque de vainilla con ondas de chocolate, que mezcla lo mejor de dos vertientes reposteras en un atractivo y novedoso diseño ondeado. ¡No sólo es exquisito, sino que también muy creativo! Y no te asustes, que es muy sencillo de preparar. Toma nota:
Ingredientes (20 porciones)
-4 huevos
-200 gramos de azúcar
-250 mililitros (ml) de leche
-250 mililitros (ml) de aceite
-300 gramos de harina
-1 cucharadita de esencia de vainilla
-1 cucharadita de polvos de hornear
-Una pizca de sal
-3 cucharadas de cacao en polvo o chocolate amargo
Preparación Precalentar el horno. En un recipiente mezclar los huevos, la sal y el azúcar, batir hasta que la mezcla esté cremosa, agregar la leche, vainilla y el aceite, continuar batiendo.
En otro recipiente mezclar la harina y el polvo de hornear cernidos. Luego agrega esta mezcla a la preparación anterior, batir hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados. La masa no debe quedar ni demasiado espesa ni demasiado líquida (en este último caso agrega un poco más de harina). Luego divide la mezcla en dos partes iguales. En una de ellas agrega el cacao o chocolate y mezcla bien para integrar.
Enmantequilla un molde redondo, a continuación vamos a unir ambas masas para crear el efecto de ondas, para hacerlo debes colocar 3 cucharadas de la masa de vainilla en el medio del molde. Luego debes colocar 3 cucharadas de la masa con chocolate, en el centro de la mezcla anterior y así sucesivamente hasta terminar toda la mezcla. Ten en cuenta que no debes esperar a que la masa se esparza por todo el molde. Ella se irá desparramando sola.
Cuando se haya terminado la mezcla, llevar a horno precalentado durante 40 minutos. Para confirmar que el queque está listo puedes introducir un palo de brocheta y este debe salir limpio. Retirar del horno y dejar enfriar. Al partir veras el efecto ondeado o parecido al rallado de una cebra. Espolvorear con azúcar flor y servir. ¿Viste lo sencillo que es? Pero no sólo eso ... ¡Es delicioso! Definitivamente, se transformará en tu mejor amigo en estas frías tardes de otoño y en acompañante perfecto para ese café que te espera ansioso a que llegues a casa.