Para estos días en que inevitablemente comienzas a sentir los primeros síntomas de un resfrío, los ingredientes de este queque harán que tu sistema inmunológico se sienta feliz. La vitamina C de la naranja, el estimulo del jengibre al sistema inmunológico y la bondad de las nueces aliviaran tu cuerpo con un delicioso sabor.
Ingredientes 2 huevos
1 naranja 1 puñado de nueces
1 cucharada de jengibre en polvo
½ taza de azúcar
½ taza de leche
2 tazas de harina
2 cucharadas de aceite
1 cucharadita rasa de polvos de hornear
Porciones 12 porciones
Preparación Exprimir el jugo de la naranja con cuidado de no romper la cascara. Posteriormente sacar todas las celditas que quedan pegadas en la cascara, tienes la opción de descartarlas o molerlas e incorporarlas más tarde en la masa. Luego cortar la cascara en cubitos pequeños. Mientras en una olla poner el azúcar con una cucharadita de agua para hacer almíbar. Cuando el azúcar se este transformando en líquido, introducir los cubitos de cascara de naranja. Batir de forma vigorosa para que no se pegue en el fondo y luego cuando comiencen a transparentarse, no más de 1 minuto, agregar el jugo de naranja. Mezclar y luego sacar del fuego.
En un bowl batir los huevos sin separar hasta que queden espumosos. Luego agregar la leche y cuando comience a aumentar su volumen, incorporar el almíbar de naranja. Batir rápidamente para evitar que se cueza el huevo. Posteriormente añadir el aceite y luego el jengibre, nueces y harina. Finalmente añadir el polvo de hornear. Precalentar el horno por unos minutos, enmantequillar el molde y llevar al horno por 30 minutos a 170C. Si prefieres, puedes rallar la cascara de naranja o solamente usar el jugo para el almíbar.
En lo personal, prefiero el amargor de los cubitos de naranja, son una grata sorpresa de sabor. Además el picor del jengibre con la sutileza de la nuez es casi como comer una torta especiada muy rica para las tardes frías de otoño. Yo la acompañe de un te rojo.