El jurel está casi marginado de la dieta nacional y la mayoría de las veces es por decisión, no porque sea un alimento caro de obtener, eso está claro. En conversaciones, algunas personas hablan del jurel casi como si fuese un alimento marginal. Yo creo, humildemente, que ellos mismo pecan de ignorante al creer que lo barato es malo y lo caro es bueno. Y ahí se queda el pobre jurel, en una estantería de supermercado que pocos observan y encerrado en una lata que sólo algunos se atreven a abrir. Y su vecino, el atún, es consumido casi como si fuese un lujo, un mini lujo. A mí me gusta el jurel. En realidad me gusta todo lo que viene del mar, pero por el jurel siento una afinidad particular. Quizá porque constituyó parte importante de mi alimentación universitaria. Pero también porque nos entrega varios beneficios y que muchas veces se desconocen ¿Sabían que es una muy buena fuente de vitamina D con la que podemos evitar ciertos tipos de cáncer? ¿No? Aquí pueden encontrar más beneficios.
Obviamente no sólo voy a alabar a este vilipendiado pez, también les entregaré una exquisita receta que, además, es muy simple y rápida de preparar.
Ingredientes (4 personas) -1 tarro de jurel.
-4 huevos.
-1/2 morrón.
-1 cebollín entero.
-1/2 atado de perejil.
-1 taza de leche.
-Sal.
-Merquén.
-Orégano.
Preparación: 1. Pica las verduras y resérvalas en un bol. Agrega el jurel y tritúralo con un tenedor de madera.
2. Agrega los huevos, aliños y leche y mezcla hasta que quede todo bien unido.
3. Aceita una budinera y vacía en ella la preparación anterior. Cubre con queso rallado.
4. Cocina por 20 a 30 minutos en horno precalentado.
5. Desmolda y sirve caliente.
Si quieres probar otro delicioso budín, te recomiendo el de coliflor o zanahoria. Maravillosos, exquisitos, suculentos, simples y rápidos.