Mi pololo hace días que venía con ganas de comer pollo. A pesar de que yo no lo cocinaba desde hace muchísimo tiempo, me aventuré y decidí hacerlo de una manera distinta: como ensalada. Pero no bastó con eso: además, quise agregarle ingredientes que intensificaran su sabor. Fue así como terminé preparando este pollo agridulce con algunos brotes de alfalfa que tenía en mi refrigerador... ¡Y parece que el resultado fue bastante bueno! Te invito a que pruebes esta receta, distinta y refrescante para estos últimos días calurosos.
Ingredientes (para 2 personas) - 350 gr de pollo en filetes
-
1 limón bien jugoso
-
2 cucharaditas de mostaza
-
1 cucharada de miel de palma
-
Aceite de oliva
-
1 mata de lechuga española (de preferencia hidropónica)
-
1 bandeja de brotes de alfalfa
-
Sal y pimienta a gusto
-
Semillas de sésamo (opcional)
Preparación: Lava y limpia muy bien los filetes de pollo. En un pequeño bowl, prepara la mezcla agridulce que dará todo el sabor a tu preparación, mezclando el jugo de un limón entero, la mostaza y la miel. Revuelve bien y reserva.
En un sartén caliente, agrega un poco de aceite de oliva y luego el pollo, para que quede sellado. Una vez dorado por un lado (aproximadamente 3 minutos a fuego medio), voltéalo y sazónalo con sal y pimienta a gusto.
En este paso, añade la mezcla agridulce que hiciste al comienzo de la receta. La idea es que el pollo pueda absorber todos los sabores mientras se sigue cocinando a fuego suave.
Mientras dejas el pollo en el fuego, comienza a preparar la base de tu ensalada. Lava muy bien las hojas de lechuga. Yo te recomiendo que lo hagas de la siguiente forma: en una fuente profunda, agrega las hojas que ya lavaste previamente, una por una, bajo el chorro de agua fría. Añade 2 cucharadas de vinagre de manzana o vinagre de vino blanco y 2 litro de agua y deja reposar por 5 minutos. Luego, escurre y vuelve a llevar a la fuente profunda con dos litros de agua y sal de mar por otros 5 minutos, y luego escurre. Con esto, te asegurarás de que la lechuga quede perfectamente limpia. Lava bien los brotes de alfalfa. Los brotes de cualquier tipo (lentejas, arvejas, alfalfa) son realmente deliciosos ¡y muy económicos! Los puedes encontrar en la mayoría de los supermercados, en la sección hortalizas verdes. Agrégalos al bowl donde tienes tu lechuga limpia y condimenta con un poco de aceite de oliva, sal de mar y jugo de limón y revuelve bien.
Retira los pollos del fuego. Sirve en un plato plano la ensalada de lechuga + brotes como una “cama” y luego agrega los filetitos. Espolvorea con semillas de sésamo blanco. ¡Bon appetit!