¿Te ha tocado ser el centro de atención cuando hay trozos de torta pasando a centímetros de tus narices? Y no porque padezcas una obesidad que necesita ayuda extra, o porque se te ocurrió comenzar una dieta veraniega y le dijiste a absolutamente todo el mundo que te colaborara con la azucarada tentación. No, lo tuyo quizá tiene que ver más con ese “regalo divino” que llegó junto al placer que produce comer cosas dulces. Y así, mientras algunos disfrutan del manjar a cucharadas, tú te quedas maldiciendo al cielo, con el puño en alto y casi exclamando: “¡¿Por qué me haces esto, Dios sin misericordia?!”. Pero la cosa no es tan dramática: la diabetes le toca al que le toca. Y si hoy se puede vivir con enfermedades mucho más terribles, también se puede con los niveles de glucosa altos.
Eso sí, los postres, aquella fase final a la hora de comer, tal vez la que muchos esperan con ansias, no deja de ser un calvario. Pero como no tenemos la intención de recordártelo, sino de ayudarte, te explicaremos tres deliciosos postres especialmente para ti; para que te regodees comiendo sin culpa y hasta el último trozo. Aquí va el primero:
Ingredientes (6-8 personas): -500 cc de leche descremada.
-1/3 de taza de endulzante en polvo.
-4 cucharadas de margarina light 0% trans derretida.
-1 huevo batido.
-2 claras.
-1/2 cucharadita de canela en polvo.
-4 tazas de miga de pan duro en trozos.
-Aceite de oliva.
-Salsa de dulce de leche light.
-5 cucharadas de dulce de leche diet.
-5 cucharadas de leche descremada.
Preparación: -Poner en un bol la leche, el endulzante, la margarina, el huevo, las claras y la canela.
-Agregar las migas y mezclar bien hasta que absorban todo el líquido.
-Volcar en una fuente para horno de 18 cm. De lado humedecido con un poco de aceite de oliva.
-Cocinar en horno moderado de 30 a 35 minutos o hasta que al pincharlo la punta del cuchillo salga limpia. Servir con una salsita de dulce de leche light, preparada con la leche descremada y el dulce de leche diet. Mezclar y llevar por 40 segundos al microondas, hasta que quede líquida.
Este es sólo el primero, luego te daremos más opciones para que puedas complacer a tu paladar. Pero desde ya acepta que el azúcar no es ni será –a menos que la ciencia médica lo diga- lo tuyo. Junto con esto, también te recordamos que en la cocina, como en cualquier otro tipo de arte, no está todo inventado. Así que, independiente de las recetas que te demos, tú también puedes aventurarte, pero siempre cuidando tu salud.
Foto CC Vía Flickr