El baklava es un pastel dulce que fue creado en la antigua Mesopotamia que se solía cocinar sólo para ocasiones especiales. A través de los años, la masa ha variado caracterizándose hoy en día por ser tan fina como una hoja.
Este dulce árabe es perfecto para acompañarlo con una taza de café en el recreo de media tarde.
A continuación te contaremos como realizar estos dulces árabes en tu casa.
Ingredientes (6 porciones) -800 gramos de masa filo -200 gramos de mantequilla -500 gramos de nueces picadas -2 cucharadas de azúcar -130 gramos de miel (para el jarabe) -130 ml de agua (para el jarabe) -1 palo de canela -cáscara de limón y naranja
Preparación Se corta la masa filo del tamaño de una fuente apta para el horno. Fundimos la mantequilla en una olla en la cocina hasta que quede bien líquida. Procedemos a triturar las nueces para luego mezclarlas con la canela y el azúcar.
En la fuente donde haremos los baklava le ponemos mantequilla con un pincel. A continuación pincelamos también las láminas de pasta filo con la matequilla.
Cada dos capas de masa filo vamos agregando nueces molidas entre medio. La altura es opcional. Para terminar el baklava se dejan dos láminas de pasta filo encima. Antes de hornear, cortamos todo en forma de rombos. Luego lo horneamos durante media hora a unos 180º.
Mientras los dulces se hornean preparamos el jarabe de miel. En una olla ponemos la miel a cocer con el agua y la canela, unos trozos de cáscara de naranja y limón. Después de un par de minutos lo retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Sacamos los dulces del horno y vertimos el jarabe sobre los baklava. Dejamos reposar por un día y estarán listos para endulzar cualquier hora del día.