La pizza es una de las preparaciones más ricas que existe, a mí parecer, y si podemos hacerla en casa ¡mucho mejor! En general, las personas piensan que es difícil lograr la masa delgada y crujiente, pero la verdad es que es muy sencillo y sólo toma algunos minutos. ¡Saca tu cuaderno y toma nota, porque hoy es día de pizza!
Ingredientes:
• 600 grs. de harina.
• 250 ml. de agua tibia.
• 10 grs. de levadura en polvo.
• 40 ml. de aceite de oliva.
• 1 cucharadita de sal.
Preparación:
• Agrega todos los ingredientes a un recipiente y revuélvelos con una cuchara de palo.
• Luego comienza a amasar agregando agua tibia o harina en la medida que necesite. La masa no se debe quedar pegada en los dedos y tiene que ser muy elástica, como goma de mascar, sin cortarse.
• Una vez lista, déjala tapada con papel alusa durante unos 25 minutos para que crezca. Busca un lugar cálido donde dejar la masa, de esa forma crecerá más.
• Enmantequilla una lata y calienta el horno por 2 minutos.
• Estira la masa sobre la lata que enmantequillaste, ayudándote con un uslero o con una botella de vidrio. El grosor de la masa puede ser el que quieras, depende de si te gusta como masa de pizza a la piedra o más gruesa.
• Pon la masa en el horno por unos 8 minutos, a fuego medio.
• Cuando esté lista sácala y agrega tus ingredientes favoritos.
• Déjala por unos 15 a 20 minutos más dentro del horno, vigilando que la masa no se vaya a quemar.
• ¡Cuando el queso esté derretido y la masa un poco dorada, sirve tu pizza bien calentita y disfrútala!