Preparar pasta es enamorarse de la masa, ver como un poco de harina, huevo, alguna verdura o simplemente agua, se transforman en las delicias de oriente y occidente. Si haces la pasta a mano, también descubrirás porqué las señoras italianas tienen esos grandes brazos; trabajar una masa sin levadura es cosa seria.
Ingredientes 2 huevos frescos, mejor si son de campo
200 gramos de harina fina
Porciones 4 porciones
Preparación En un bowl hacer un montículo con la harina y ahuecar el centro, quedando con la forma de un volcán. Agregar los huevos en el centro y batirlos. A partir de este punto, lo siguiente es mezclar y amasar.
Amasar por al menos 15 minutos, hasta que el gluten de la harina se active. La masa es mucho menos amigable para amasar que la de una pizza o pan amasado porque no tiene levadura ni manteca. La única grasa que tienes para ayudarte es la del huevo, por esto es importante que sean lo más naturales posible.
Envolver la masa en papel film y refrigerarla por media hora. Si tienes una máquina para hacer pasta, este es el momento de usarla. Comienza por dividir la masa en 2 partes para que sea más fácil trabajarla. Pon la máquina en el setting más ancho, pasa la masa unas 5-6 veces y luego comienza gradualmente a disminuir el ancho, tu masa irá progresivamente poniéndose más delgada sin perder la elasticidad.
Si notas que la masa esta muy pegote, mézclala con un poco más de harina, por el contrario, si notas que esta muy seca, puedes añadir unas gotas de agua.
Si no tienes la máquina de pastas, no te preocupes, solo debes uslerear la masa hasta que quede de unos 3 mm de grosor. Debes cuidar que toda la superficie quede con un grosor similar.
Cortar la masa con la máquina o con un cuchillo longitudinalmente, con un ancho de 7 mm aproximadamente. Poner a cocer en agua hirviendo por 2-3 minutos y servir caliente.
La pasta fresca también puedes guardarla por unos días sin problemas, solo debes dejarla secar y ponerla luego en un contenedor sellado.