Si bien he comentado en varias ocasiones mi gusto por todo lo dulce, siempre me gusta innovar en postres y agregar nuevos sabores a una base azucarada. Dicen que mezclar elementos opuestos crea grandes obras, y una de ellas es este Cheesecake de limón, que logra unir la dulzura de su crocante y suave base de galletas con un exquisito relleno de queso crema con sabor a limón. Disfruta de la frescura de un postre único mediante una preparación sencilla que no necesito usar horno. ¡A cocinar!
Ingredientes (10 porciones)
-200 gramos de galletas de vainilla (para moler)
-80 gramos de margarina (a temperatura ambiente)
-250 gramos de queso crema
-200 mililitros (ml) de crema
-1 ½ cucharada de gelatina sin sabor en polvo
-150 mililitros (ml) de jugo de limón
-150 gramos de azúcar
-Ralladura de limón
Preparación Moler las galletas. En un recipiente mezclar las galletas molidas y la margarina hasta formar una pasta homogénea. Humedecer con agua la base y las paredes del molde a utilizar, forrar el fondo de un molde desmontable con la pasta de galletas molidas, repartir de forma uniforme por toda la base del molde, presionando con una cuchara para compactar. Reservar en el refrigerador.
En una olla mezclar 100 mililitros (ml) de jugo de limón con 50 gramos de azúcar, revolver y poner a cocinar a fuego medio, cuando hierva añadir 1 cucharada de gelatina sin sabor, dejar hervir durante 1 minuto y revolver hasta que se disuelva completamente. a su completa disolución. Dejamos entibiar (unos 20 minutos). Añadir el queso crema y mezclar bien. En un recipiente batir la crema con 50 gramos de azúcar, hasta que la crema este firme. Incorporar la crema batida a la mezcla de queso crema poco a poco, con movimientos envolventes.
Verter la mezcla sobre la base de galleta, repartir de manera uniforme e intentamos que la superficie quede lo más lisa posible. Reservar en la refrigerador durante un mínimo de 4 horas. Para preparar la gelatina de limón, colocar en una olla pequeña 50 mililitros (ml) de jugo de limón, 100 mililitros (ml) de agua y 50 gramos de azúcar, cocinar revolviendo hasta que hierva, incorporar ½ cucharada de gelatina sin sabor, dejar hervir durante 1 minuto, sin dejar de revolver. Dejar entibiar durante 20 minutos. Verter la gelatina sobre la tarta, utilizando una cuchara para romper la caída y evitar que rompa la tarta. Espolvorear ralladura de limón y reservar en el refrigerador durante de 2 horas, antes de servir.
No por nada existe la teoría de que los opuestos se atraen y, más allá de toda explicación científica, somos capaces de descubrirlo y confirmarlo constantemente por media de la magia de la cocina, como ocurre con este delicioso Cheesecake de limón, que logra poner en perfecto equilibrio la dulzura de un buen postre con galletas junto a la perfecta acidez del limón. ¡A disfrutar!