Últimamente estoy transformada en toda una cocinera. Lo que antes nunca me llamó mucho la atención, hoy me motiva a experimentar y probar recetas que, con mi poca expertiz culinaria, pueda llevar a cabo fácilmente y con buenos resultados.
He preparado galletas, budín de chocolate, mousse de manjar y varias otras recetas que me han hecho quedar como la más buena onda del mundo, porque cada vez que cocino, regalo comida (principalmente para no comérmela toda sola y, porque de verdad soy buena onda).
Hace un tiempo ya que quiero “subir de nivel” y he tenido ganas de aventurarme con una torta en más de una oportunidad. Sin embargo, no he encontrado el que considero sería el glaseado perfecto (y no muy difícil), hasta que di con este, que comparto con ustedes.
Ingredientes 1 taza más 2 cucharadas de azúcar flor
3 claras de huevo
Pizca de de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla
Preparación En un bol o recipiente grande echa 1/3 de agua y agrega batiendo con un tenedor el azúcar flor, sin dejar de batir, agrega las claras de huevo y la pisca de sal.
Luego, pon el recipiente sobre una olla con agua hirviendo (baño maría) y sigue batiendo la mezcla por unos minutos más.
Cuando hayas batido a mano todo muy bien, usa la batidora eléctrica. Parte con la velocidad mínima y de a poco anda aumentando hasta llegar al tope. La idea es batir hasta que se comiencen a armar “montoncitos” firmes de cobertura.
Cuando pase esto, retira el recipiente de la olla con agua, traspasa la cobertura hacia otro recipiente y sigue batiendo hasta que la mezcla quede firme. Finalmente, agrega la vainilla y revuelve.
Listo, con esto podrás cubrir tus tortas y pasteles de manera sencilla.
Foto vía postres.about.com