No hay duda que la sandía es una de las reinas del verano. Dulce y con gran cantidad de agua, es una de las favoritas para comer rico en época de calor. El único problema es que al momento de comprar, no es tan fácil seleccionar una buena. Por eso que acá te daremos unos consejos para que elijas la mejor.
1.- Fíjate en su color. Es uno de los trucos clásicos para saber si la sandía está en su punto. La regla dice que debe ser de un verde intenso, que sólo es interrumpido por manchas amarillentas. Esto último es muy importante, ya que refleja que ha madurado naturalmente en tierra, y no en frigoríficos.
2.- Pon atención a su aspecto. La idea es que su cáscara esté en perfecto estado; sin cicatrices, magulladuras o alguna señal característica de deterioro. En caso de que esté cortada, hay que fijarse en la corteza (borde blanco). Si es delgada y predomina la parte roja intensa, más rica estará.
3.- Óyela. Si suena hueca, está en su punto. Para saber, se pueden dar toquecitos con la palma o con los dedos, y escuchar. Dicen que esta técnica nunca falla; no por nada, es una de las más viejas a la hora de detectar una buena sandía.
4.- Huélela. Para confirmar que la fruta esté lista para consumir, nada mejor que ocupar el olfato. Es muy útil olerla, ya que la regla es muy simple: si huele dulce y fresco, está lista para comer. Es que la frescura y el sabor son éxito asegurado..
Y tú, ¿tienes otros consejos para elegir bien una sandía?