Las especias o condimentos como los conocemos en la actualidad, han estado presentes en nuestra alimentación durante miles de años, incluso se han librado guerras por ellas y de alguna forma influyeron en que los europeos se aventuran a buscar nuevas rutas comerciales que terminaron por hacerlos descubrir América.
Pero ¿por qué eran tan demandadas? La razón es sencilla. Las especies contribuían a la conservación de los alimentos, incluso en el antiguo Egipto, la canela, el clavo de olor y la cúrcuma (entre otras) fueron parte importante en el proceso de momificación.
Hoy, a pesar de que contamos con sofisticados procesos de conservación, los condimentos siguen en nuestras cocinas, incorporados como la parte que le da sazón y sabor a nuestra dieta, siendo parte importante pero, al mismo tiempo, balanceándose en ese delicado equilibrio entre ser percibida y no quitarle protagonismo a los demás sabores de nuestro plato.
Sin embargo, su uso está asociado a ciertos cuidados ya que pueden irritar nuestra mucosa intestinal, sobre todo si hablamos de especias picantes como el ají que aumentan la producción de jugo gástrico como resultado de la irritación. Es más, para ciertos tipos de enfermedades se han creado dietas que no contienen ningún tipo de condimento.
Las especias también nos ponen en la necesidad e ingerir más agua durante la comida, lo que se traduce en una digestión más lenta de los alimentos. Además, existe un porcentaje de personas que son alérgicas a los condimentos generándoles irritación cutánea, facial y digestiva.
También es importante controlar el consumo excesivo de los condimentos ya que nuestro cuerpo tiende a acostumbrarse lo que genera que debamos aumentar la cantidad para obtener los mismos resultados.
Por último, las especias contribuyeron durante mucho tiempo a ocultar el mal estado o descomposición de los alimentos, especialmente las carnes y pescados. Hoy esa característica, puede ser un factor de riesgo a la hora de ingerir alimentos con una alta dosis de condimentos ya que no podremos identificar su estado.
Un viral condimentado Hay ciertos condimentos como la nuez moscada que producto de su alto nivel narcótico se transforman en un peligro si se las ingiere en altas dosis. Incluso, hace un tiempo fuimos testigos de varios videos titulados “desafío de la canela” donde las personas intentaban consumir una cucharada de canela. Aunque no existen riesgos digestivos este desafío, puede generar varios problemas e irritaciones en nuestras vías aéreas y pulmones.
Imagen CC Chileaktiv