Amo las lentejas. Son un alimento realmente delicioso, nutritivo y muy llenador pero, lamentablemente, nuestro concepto de consumo de legumbres es muy pobre: siempre, pero siempre las preparamos en formato caldo/sopa y, francamente, eso ya es muy aburrido.
Un buen día, buscando inspiración para cocinar mi legumbre favorita, di con la receta del Dahl de Lentejas, un clásico de la India, lleno de especias y perfecto para cuando necesitamos consumir algo contundente y cálido. Ahora que ya comienzan los días fríos, te recomiendo que prepares esta deliciosa receta, que te transportará con un sólo bocado al lejano oriente.
Ingredientes (para 4 porciones)
- 300 gr de lentejas 4mm
- 1 cebollín
- 1 tomate
- 1 diente de ajo
- 4 cucharadas de salsa de tomate
- 4 cucharaditas de cúrcuma
- 1 cucharadita de pimienta
- 1 cucharadita de comino
- 4 cucharaditas de merquén o páprika
- Aceite de oliva
- 100 gr de mantequilla
- Sal a gusto
Preparación:
Lava muy bien las lentejas bajo un fuerte chorro de agua fría. Recuerda comprar las de 4 mm, son más pequeñas, no necesitan remojo y queda muy bien en preparaciones cremosas. Viértelas en una olla con 1 litro agua fría y llévalas a fuego hasta que hierva por 30 minutos aproximadamente o hasta que estén cocidas. Si ves que a medida que avanza el tiempo, las lentejas absorben todo el líquido, puedes ir agregando más agua de a poco. La idea es que siempre tengan poca, para que queden con la textura deseada.
En una sartén con abundante aceite de oliva, coloca el cebollín, el ajo y el tomate finamente picados con un poco de sal. Una vez estén tiernos, agrega la cúrcuma, la pimienta, el comino y el merquén o páprika. Si te gusta la comida condimentada, no dudes en agregar más de estas especias, que son las que le darán todo el sabor a tu receta. Deja cocinar por 10 minutos.
Cuando las lentejas ya hayan cumplido su tiempo de cocción (recordando siempre que tengan muy poca agua), agrégales las verduras especiadas. Revuelve y luego agrega la mantequilla, las cucharadas de salsa de tomate y un poco más de aceite de oliva. Rectifica la sal y los condimentos. Si las pruebas el sabor te atrapa... ¡es porque ya están listas!
Disfruta esta deliciosa receta como acompañamiento o como plato principal. A mí en lo personal, me encanta comerla con pan pita, alguna buena ensalada verde o simplemente con un arroz árabe. ¡Que lo disfrutes!