Con la masificación de la comida china, japonesa, coreana, vietnamita, etc., el uso de los palitos ha ido en alza también. Sin embargo, su uso causa ciertos problemas en algunas personas y risas entre sus amistades. Yo soy uno de ellos. Pero me estoy entrenando para dominarlos.
Algunos prefieren comer habitualmente el arroz con palitos, para comer más lento y, de paso, dominan a la perfección la técnica. Yo no puedo, porque prefiero la comodidad del tenedor o, si hay poco tiempo, una cuchara sopera. Aunque es poco vistoso, cumple perfectamente su cometido.
El tema con los palitos no es nuevo. Nunca pude comer ni dos granos de arroz con ellos, y tampoco me esforcé por hacerlo. Incluso posteriormente, comiendo sushi, se me complica y prefiero los tenedores, a tener un trozo de tempura suspendido en el aire, pero con la tensión de desarmarlo o que se caiga en cualquier momento.
Sé que debería tratar de hacerlo y ejercitar. La práctica hace al maestro, pero más allá de la curiosidad de poder hacerlo, no me reviste ninguna ventaja sobre la comodidad cierta y comprobada del tenedor. De verdad, no sé cuál es la finalidad de comer con palitos.
Es ondero, se ve mejor, incluso romántico, pero más allá de consideraciones estéticas y cosméticas sobre su uso, no le veo gran necesidad. Seguramente si no existiera otra forma me vería obligado. La necesidad tiene cara de hereje, dicen.
Técnicas, manuales y consejos hay por montones: posiciones de los dedos, utilización del movimiento de pinza, contraposición del pulgar y el anular, rol del dedo índice, movimiento de bisagra. En fin, una variada colección de buenas intenciones para enseñar, pero todas con la deficiencia de ser instrucciones en base a la experiencia personal del que pretende enseñar. Se agradece, pero no me funciona.
Es como andar en bici: todos te pueden decir cómo se hace, puedes hasta leer libros, pero nunca se hace hasta que se hace, hasta que te lanzas a pedalear solo/a, ya sea porque te sacaron las rueditas o porque te aburriste.
Yo, por ahora, me quedo con el tenedor seguro de tres dientes y mango y dejo el aprendizaje de los palitos para más adelante, cuando sea necesario.
¿Y tú, tienes algún consejo para comer con palitos?