Si te interesa comenzar a experimentar con la carne de soya (o carne vegetal), esta receta básica es una de las más prácticas, ya que puedes utilizarla para acompañar cualquier tipo de pastas, para rellenar una lasaña o para unos deliciosos tacos vegetarianos. Incluso, con solo suprimir la salsa de tomate, obtendrás un saludable, económico y delicioso "pino" de proteína vegetal para rellenar pastel de choclo, pastel de papas, empanadas vegetarianas o la preparación que se te ocurra.
Ingredientes (2 a 3 porciones):
- 1 taza (pequeña) de carne de soya
- 1 cebolla pequeña picada fina
- 1 zanahoria pequeña rallada
- 100 g (aprox. 1/2 paquete) de salsa de tomate al natural
- 2 tazas de agua caliente
- 1/2 caluga de calgo de verduras
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharaditas de merkén
- Sal y pimienta
En un sartén con aceite de oliva, saltea la cebolla y la zanahoria hasta dorarlas, luego agrega la carne de soya hidratada. A partir de punto, trata de actuar rápido y no dejar que la carne de soya se cocine demasiado, ya que tiende a quedar un poco sosa.
Agrega la salsa de tomate y todos los condimentos, excepto la sal. También puedes agregar un poco de vino tinto en este punto para desglasar el fondo. Ve añadiendo de a poco el caldo que reservaste hasta que tenga la consistencia que deseas (dependiendo de si te gusta la salsa más líquida o más espesa). Recuerda que la soya tiende a absorber mucho más líquido que las carnes de origen animal, así es que asegúrate de agregar un poco más de caldo de lo que consideres suficiente para la consistencia que deseas.
Retira del fuego y rectifica la sal. Si utilizaste una caluga de caldo, probablemente no necesites añadir nada más. Si prefieres utilizar un caldo de verduras casero, posiblemente debas añadir un poco más de sal al final.
Sirve con tus pastas favoritas y un poco de queso rallado encima.
Algunos consejos: - Verás que la carne de soya de la receta es de color bastante claro. Algunas marcas utilizan colorante color caramelo para darle un tono café oscuro que se asemeje más al de la carne de vacuno cocida. La verdad es que el sabor de ambas es exactamente el mismo, pero siempre es recomendable prescindir de este tipo de aditivos al comprar un producto.
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No utilices demasiada carne de soya. Al principio, las cantidades pueden ser engañosas, ya que este ingrediente aumenta en gran medida su tamaño al hidratarlo. Es preferible que uses muy poca a que te excedas, ya que cuando la soya sobrepasa a los demás ingredientes, la preparación tiende a quedar sosa y desabrida.
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Al hidratar la soya, puedes jugar con los aliños que desees para darle más sabor a tu preparación. Puedes añadir comino molido al caldo de remojo si vas a preparar un pino, por ejemplo.