Como todo alimento que se consume en exceso, comer mucha carne roja sí puede traer consecuencia dañinas para la salud en el futuro.
Las carnes de este tipo generalmente contienen gran cantidad de grasas saturadas y colesterol por lo que pueden generar daño cardiovascular e incluso algunos tipo de cáncer, pues la carne pasa por un procesamiento que contiene productos tóxicos para que se conserven en mejor estado, mantengan un color apropiado y no se ennegrezcan con facilidad.
Además, la carne roja contiene purinas lo que puede desencadenar en una gota a futuro si se consume en gran cantidad y si se le suma a esto el mal hábito alimenticio.
Lo recomendable es consumir una o 2 veces (máximo) a la semana y siempre preferir los cortes magros ya que, contienen menos grasas como son el lomo, ganso, posta negra o rosada y filete. Además, de hacer el reemplazo de carne roja por legumbres y carnes blancas como ave o pescado.