Son pocas las personas que les gusta la pechuga de pollo cocida. Por eso, esta vez, les traigo dos recetas que se pueden hacer con una misma pechuga de pollo. Una especial para el frio y la otra, excelente opción para una rica once o para untar galletitas en un picoteo.
Ingredientes - 1 pechuga de pollo
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1 zanahoria
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1 diente de ajo
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1 ramita de apio
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1/4 pimentón verde
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1 huevo
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2 cucharadas de sémola
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1 pimentón rojo
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mayonesa
Consomé de pollo Una sopa Ideal para estos días de invierno tan fríos. En una olla grande, pon la pechuga de pollo, agrega una zanahoria picada en tiras, una ramita de apio, unas tiritas de pimentos verde y un diente de ajo. Agrega 1 1/2 litros de agua y aliña a gusto con sal y pimienta. Cocina por aproximadamente 30 minutos con la olla semi tapada.. El tiempo de cocción dependerá principalmente del tamaño de la pechuga, puedes hacer un corte en la parte central para verificar que esté bien cocida por dentro. Otra recomendación es que la cocines con cuero para darle más sabor al consomé y que pongas la parte mas carnosa de la pechuga mirando hacia abajo, de esta manera te asegurarás que quede completamente tapada de agua. Reserva una taza de caldo.
Una vez que esté cocida, retírala del agua, puedes cortar unos pedacitos y volverlos a poner en el caldo para darle más consistencia. Agrega las dos cucharadas de sémola y quiebra un huevo en la sopa y revuelve rápidamente para que el huevo quede en pedacitos por la sopa (de lo contrario se cocerá y quedará entero).
¡Sirve bien caliente!
Pasta de pollo Esta receta te puede servir para muchas cosas, para el pan en la once, para untar con galletitas en un picoteo o incluso para rellenar un tomate o una palta para una entrada.
Con la pechuga que cociste anteriormente, corta en pedazos no muy grandes y ponlas en la procesadora de alimentos (juguera o similar). Muele con cuidado, como estará un poco seca, agrega un poco del caldo que reservaste anteriormente, procura que no quede muy líquida. Agrega un pimentón rojo y sigue licuando. Finalmente, agrega mayonesa a gusto. Licúa un poco más.
¡Listo! ya tienes una exquisita pasta de pollo. ¡A disfrutar!