El cuscús es el plato emblema de la comida tradicional árabe pero hoy ya no sabe de fronteras y es posible encontrarlo en todas partes. Esto, por sus propiedades que han traspasado e invadido los límites fronterizos de los estómagos de la humanidad. Bueno, quizá es un poco exagerado. Demás que hay quienes no tienen idea de la existencia de esta sémola de trigo duro cocida al vapor, granulosa y de color amarillo. O es más, tal vez la conocen y no les gusta.
Como datito: según la nutricionista Gabriela Sarrat, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, el cuscús “contiene las sustancias nutritivas del grano entero y un importante contenido de fibra, especialmente en su variedad integral”, afirmó en una entrevista para La Segunda, en la que luego también explicó que no todo lo que brilla es oro. “Eso sí, sus proteínas son deficientes en el aminoácido lisina, por lo que su valor nutricional es limitado. Tiene también un alto contenido de hidratos de carbono complejos en forma de almidón, que son de lenta absorción por el organismo”.
Si desean comprar este producto, les recomiendo ir a locales especializados en cocina árabe. O en Líder también pueden encontrarlo y el valor de su variedad de 500 grs es de $1920.
Las siguientes son mis tres recetas favoritas y que ya fueron publicadas en Cookcina -Tabulé: ensalada fresca de cuscús para el verano -Ensalada de cuscús con Kanikama -Cuscús con curry de zapallo Foto cc vía Rob Walker