Interiores de ave ¿cuáles son y en qué usarlos?

La carne de ave no solo es sabrosa y fácil de incorporar en un menú, sino que también ofrece una serie de beneficios para el organismo tales como ser una buena fuente de proteínas, minerales, vitaminas y betacaroteno, entre otros.

A la hora de comprar un pollo para cocinar, por lo general utilizamos los cortes que ofrece el carnicero, los cuales son extraídos desde su exterior. Así, desechamos lo que se encuentra en su interior, sin considerar que esta comida podría aprovecharse en la elaboración de diversas recetas, económicas y sabrosas.

Al interior de un pollo, podemos encontrar:

- Molleja.
- Cuello o esófago.
- Hígado.
- Corazón.
- Riñones.
- Pulmones.

¿Cuáles son comestibles y cómo prepararlas? Te contamos:

Hígado

El hígado de pollo, también conocido como pana, puede ser comprado en las carnicerías de forma separada al ave. Utilizando este interior puedes hacer paté, preparar un encebollado, cocinarlo a la plancha, en salsa de vino, como guiso, entre otras maneras. Esta víscera es muy versátil; además, puede ser complementada con otro corte de pollo, arroz y pan, dependiendo del gusto del usuario.

Mollejas

Las mollejas forman parte del sistema digestivo del pollo y pueden ser preparadas de diversas formas, tales como a la cerveza, con salsa de vino tinto o blanco, en forma de guiso, en escabeche, con arroz, al ajillo, salteadas y al limón, entre otras.

Corazón

Al igual que sucede con otros animales, el corazón de pollo también puede ser incorporado en distintas recetas. Puede hacerse a la parrilla, como anticucho o brocheta, frito, a la cerveza, cocido, en formato tortilla, entre otras formas.

Cuello

El cuello del pollo (conocido también como esófago o “cogote”) es un conector entre el pico y el hígado del ave. Dentro de sus principales formas de preparación se encuentran los caldos, y el aderezo con condimentos picantes. También puede rellenarse con distintas pastas o servirse en salsa, asado o cocido.

Si estás en busca de un menú distinto, económico y simple de preparar, considera incorporar dentro de tu consumo habitual los interiores de pollo, ya que son versátiles y fáciles de conseguir. ¡Te gustarán!