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El aceto balsámico es un tipo de vinagre de origen italiano, utilizado para condimentar y aderezar distintas preparaciones. Se caracteriza por su sabor un tanto dulce, su color oscuro y una textura espesa. Es rico en antioxidantes, potasio, tiene propiedades diuréticas y digestivas. Hoy queremos dar un giro y preparar 3 salsas para untar en base a él. ¡A cocinar!
1) Salsa de aceto balsámico y miel
Ingredientes
- 2 cucharadas de aceto balsámico
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de miel
- ½ cucharadita de sal
- 100 mililitros de crema
Preparación
En un recipiente mezclar todos los ingredientes, batir con un batidor de globo hasta integrar bien. Sazonar a gusto. Verter la salsa en un pocillo y servir acompañada de verduras.
2) Salsa de balsámico y mostaza
Ingredientes
- ¼ taza de aceto balsámico
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2 cucharadas de mostaza
- Sal - pimienta
Preparación
En un sartén con 1 cucharada de aceite de oliva caliente, cocinar a fuego medio el aceto balsámico hasta que hierva. Apagar y retirar del fuego, agregar la mostaza, salpimentar a gusto y servir. Puedes acompañar unas tostadas o galletas, también unos trozos de carne.
3) Salsa de aceto balsámico, ajo y jengibre
Ingredientes
- 3 dientes de ajo
- 100 mililitros de yogurt natural
- ½ cucharadita de jengibre fresco rallado
- 4 cucharadas de aceto balsámico
Preparación
En un recipiente mezclar yogurt natural, los dientes de ajo machacados, jengibre y aceto balsámico, revolver para integrar bien. Rectificar la sazón y servir.
Por la frescura y acidez de este aderezo es ideal para acompañar tostitos, grisines y papas fritas.
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