¿Estás aburrido de ese pollo con arroz que comes -por lo menos- un par de veces a la semana? ¡Ponle malicia! Claro, se trata de agregar un poco de alcohol a la preparación y transformar inmediatamente tus almuerzos diarios. Tranquilidad, no quedarás bailando arriba de la mesa, ya que estas recetas se caracterizan por aportar un bajo grado alcohólico a las comidas, entregando e impregnando un increíble sabor y olor a los distintos ingredientes. Atrévete con la malicia de este pollo al vino tinto y sorprende a quien quieras con un almuerzo sensacional. Ingredientes (para 6 - 8 personas) -½ kilo de pollo sin piel -½ litro de vino tinto -1 cebolla mediana -1 zanahoria -½ pimentón -2 dientes de ajo -4 cucharadas de aceite de oliva -2 cucharadas de harina -2 hojas de laurel -1 cucharada de orégano -Sal - Pimienta Preparación Trozar el pollo, salpimentar y pasarlo por harina. En una olla sartén con aceite de oliva sellar los trozos de pollo, hasta que estén levemente dorados. Retirar el pollo y reservar. En la misma olla, sofreír por 15 minutos a fuego medio la cebolla cortada en pluma, el pimentón cortado en tiras, la zanahoria cortada en círculos y el ajo picado fino, agregar el orégano y el laurel. Incorporar el pollo sellado, agregar el vino y dos tazas de agua, rectificar la sazón, cocinar por 15 a 20 minutos hasta que el pollo esté cocido. Retirar las presas de pollo, verter la salsa obtenida a una juguerea y moler hasta que quede una salsa cremosa, volver la salsa al sartén y colocar el pollo, revisar la sazón y cocinar por 10 minutos más a fuego bajo. Servir el pollo con su salsa de vino tinto, acompañado de arroz, papas o ensaladas.
Dicen que el pollo queda bien lo que se nos ocurra, pero quizás nunca habíamos pensado en agregarle algo de alcohol para crear nuevos sabores y sentir nuevos olores, recordando así que en la cocina se trabaja con todos los sentidos. ¿Te gustó la idea de agregar malicia a tus platos con pollo? Entonces te conviene preparar este Pollo al coñac y el prendido Pollo flambeado al whisky. ¡Ya lo sabes! Atrévete a innovar y a incorporar nuevos ingredientes a tus comidas diarias, y ya verás que en poco tiempo te transformarás en todo un experto gourmet.