Para los curiosos que buscan siempre aprender algo más, o descubrir algún dato que no conocían, conocer acerca del origen de este clásico manjar popular en todo el mundo y preparado de mil maneras diferentes, seguramente resultará de entretenida lectura.
La pasión por la gastronomía no es una novedad, y cada vez son más los curiosos cocineros que además de aprender a hacer las mejores recetas, quieren aprender acerca de los orígenes de esos clásicos que todos conocemos y que sabemos, o creemos saber, como preparar.
Tal es el caso de la pizza, y su irresistible sabor, que además tiene la particularidad de ser la espacialidad de muchos restaurantes alrededor del mundo, y estamos en condiciones de asegurar, que nunca vamos a comer una igual a la otra.
En esta nota, no sólo vamos a contarte acerca de cuál fue el lugar en donde comenzó a prepararse por primera vez, algo que tal vez te sorprenda, sino que además si estas pensando en hacer un curso de pizzas, te vamos a aconsejar sobre el mejor curso de pizzas que hemos encontrado online y que definitivamente va a llevar tus habilidades culinarias a otro nivel.
Pero empecemos entonces por el principio, y develemos este misterio que muchos se preguntarán cada vez que se deleitan con este plato tan sencillo, pero tan complejo a la vez, ya que el arte de preparar una buena pizza se aprende y no es para cualquier aficionado.
Los verdaderos inicios de la pizza
Si pensamos en pizza, muy probablemente nuestra mente nos lleve directamente a Italia, y si bien, algo de cierto hay en que la pizza tal y como la conocemos hoy en día vio sus primeras versiones en este país europeo, fue mucho antes de lo que imaginamos que los griegos comenzaron a experimentar con el pan aplastado y condimentado con hierbas y aromáticas, ajo y cebolla.
Nada demasiado sofisticado, sin embargo, una combinación perfecta que trascendió tanto a lo largo de los años que se le fuero agregando de apoco los condimentos clásicos, hasta el día de hoy que podemos encontrar variedades de las más amplias características.
No es de sorprender que, en la actualidad, los chefs internacionales, elijan elaborar pizzas con diferentes ingredientes que antes sólo se usaban para otras recetas, pero que hoy en día combinan perfectamente con los sabores tradicionales de la emblemática pizza napolitana.
Pero volvamos a los griegos, y sus panes planos, o plakous, palabra que le da origen a la popular pizza, y que en la antigüedad se comía con ingredientes como queso, dátiles, aceite de oliva, perejil y orégano, nada que no nos resulte familiar si lo comparamos con la pizza que hoy conocemos.
La llegada del tomate y de la famosa pizza napolitana
Si has leído hasta acá, entonces seguramente te estés preguntando, en qué momento de la larga historia de este plato, es que comienza a verse y a saborearse tal y como lo conocemos en la actualidad.
Pues la respuesta está en descubrir, en qué momento de la línea de tiempo aparece el popular e infaltable tomate que le da ese toque especial que lleva hoy la pizza moderna, junto con su inseparable amigo el queso.
Y ahí sí, es donde vamos a viajar en el tiempo a la antigua ciudad de Nápoles, en Italia en pleno siglo XVIII cuando venciendo el temor que producía la ingesta de este fruto rojo que nadie conocía y que se decía venenoso, los sectores más pobres de la ciudad comenzaron a preparar estos populares panes chatos, con salsa de tomate y queso, dando origen, sin saberlo, a uno de los platos más famosos y exquisitos que aún se consumen en todo el mundo.
Como muchos de los platos más populares y tradicionales de los diferentes países, la pizza también comenzó siendo una preparación que las clases sociales más pobres consumían a toda hora.
Lo que pasó luego, es que la migración de napolitanos llevó esta preparación a diferentes partes de Italia primero, y luego al resto del mundo en donde fue finalmente la clase más aristocrática la que terminó por hacer de este plato un éxito rotundo, que comenzó siendo exclusivamente napolitano, para pasar a ser italiano por naturaleza.
La pizza rodando por el mundo
Una de las curiosidades más destacadas es que, si bien cuando visitamos Italia podemos decir que estamos probando la pizza original o clásica, más precisamente si vamos a Nápoles, hoy en día en cada rincón del planeta existen chefs que pueden darse el lujo de decir que han transformado este clásico, en una receta exclusiva.
Además de ello, la llegada de cadenas y franquicias, como Pizza Hut en la década del 50 en Estados Unidos y alrededor del mundo, transformaron a este plato en una comida rápida, muy fácil de preparar y de servir en cualquier rincón y, de cualquier manera, que hoy en día hasta podemos conseguir congeladas para que nos saquen de algún apuro.
No existe país en el mundo que no tenga restaurantes en donde no se pueda conseguir una pizza y, lo más interesante, además, es que la combinación de ingredientes y formas de prepararla puede variar según la imaginación y creatividad del chef, sin dejar de ser, en esencia, ese plato exquisito que todos conocemos.
Un plato, mil combinaciones
Preparar una pizza debe ser una de las experiencias más desafiantes dentro de lo que a recetas culinarias se trata. Y si bien parece algo sencillo tiene sus secretos y además hay que hacerle honor a tanta historia y tanto camino recorrido.
Debe ser por eso, que a pesar de ser algo tan sencillo, no cualquiera sabe preparar una pizza que resulte un verdadero deleite para el paladar, y saber, además, elegir los ingredientes para transformarla en una plato único y original, no es algo tan sencillo de lograr.
El desafío está planteado, y ahora que ya sabemos de su largo recorrido, debemos hacerle honor a los miles de sabores que pueden encontrarse en este exquisito plato que con sólo 5 letras encierra una historia increíble y que, sin dudas, sigue escribiéndose.