Si hay un instrumento del que ninguna cocina puede prescindir, es la espátula. La usamos para mover, mezclar, voltear, aplanar y hasta para retirar cosas del fuego. Sin embargo, cuando utilizamos ingredientes pegajosos como el chocolate o la crema, las cosas pueden ponerse difíciles. A todas nos ha pasado: estás mezclando una pasta o un betún y cuando retiras la espátula ésta se trae consigo casi la mitad de lo que tenías en la olla. Pero no te preocupes más, te voy a decir qué ingredientes, que seguramente tienes en casa, puedes utilizar -y también cuáles debes evitar- para engrasar una espátula y no vuelvas a desperdiciar nada.
Aceite de girasol: Ya sea en presentación líquida o en spray, el aceite de girasol es el más indicado para engrasar una espátula antes de sumergirla en ingredientes pegajosos. La razón de esto es que, a diferencia del aceita de soya o de aguacate, no deja ningún rastro de sabor en los alimentos.
Si vas a hacerlo con spray, es muy simple: rocía un poco en ambos lados de la espátula cuidando que no toque el mango. Si tu aceite es líquido, empapa una servilleta de cocina y recubre la espátula; quita el exceso con una segunda servilleta, y listo.
Mantequilla: Aunque no es lo más importante, antes de engrasar una espátula, debes tomar en cuenta con qué ingredientes estás trabajando. Por ejemplo, si sólo tienes mantequilla con sal, no es recomendable que la utilices en la espátula con la que prepararás un postre. Como regla general, recomiendo utilizar siempre mantequilla sin sal, pues de ese modo jamás tendrás conflictos de sabor.
Usar este método es muy sencillo: toma la barra de mantequilla y pásala por ambos lados de la espátula hasta que adquiera una apariencia brillante. No olvides quitar el exceso con una servilleta de cocina limpia.
Una vez que tu espátula está engrasada, ya puedes empezar a mezclar esos ingredientes pegajosos. Lo más importante es no seguir trabajando cuando la grasa se haya acabado. Cuando esto suceda, debes limpiar la espátula con agua limpia y volver a engrasarla del mismo modo que lo hiciste antes. Repite este paso cuántas veces sea necesario.
Es muy importante que sepas que hay ingredientes que podrían parecer ideales para engrasar tu espátula, pero que en la práctica sólo entorpecerán tu trabajo. Hablo de cosas como la margarina, el yogurt, la manteca o demás grasas animales. Si usas alguno de estos podrías desde alterar el sabor de tu receta hasta arruinarla por completo. De igual forma desaconsejo utilizar productos engrasadores para hornos y refractarios, pues estar en contacto con alimentos líquidos no es su función.
Otro de los beneficios de engrasar una espátula es la facilidad con que podrás limpiarla cuando termines de cocinar. Muchas veces estos instrumentos guardan residuos de alimentos incluso después de tallarse con esponja, lo que contribuye a su deterioro y al surgimiento de malos olores. Por lo tanto, no sólo consideres seguir estos consejos cuando trabajes con ingredientes pegajosos, sino con aquellos que pueden dejar residuos, como el huevo o el pescado.
Después de todo, son los pequeños detalles los que hacen que una cocina se mantenga funcional y en óptimo estado. No descuides tus instrumentos, recuerda que son tus mejores aliados a la hora de preparar platillos deliciosos.