¿Sabías que una receta sana y nutritiva también puede ser deliciosa? La avena es un cereal con múltiples beneficios y que aporta mucho a una dieta equilibrada, y qué mejor si va acompañada de una barra de energía natural como la banana. Te invitamos a preparar y disfrutar de estos quequitos de avena y plátano, de manera fácil y con ingredientes que siempre tendrás dentro de tu cocina.
Para esta sencilla receta, sólo necesitarás:
- 2 1/2 tazas de avena instantánea molida
- 3 plátanos, cortados en rodajas
- 1/2 taza de harina de trigo
- 100 ml de aceite de maravilla
- 1 taza de azúcar rubia
- 1 taza de leche descremada
- 4 claras de huevo
- 2 cucharaditas de polvos de hornear
Preparación:
En primer lugar, con ayuda de una licuadora, bate los plátanos con la leche descremada, el azúcar y el aceite de maravilla, procurando hacerlo hasta obtener una crema.
Luego, en una fuente, debes mezclar la avena molida, los polvos de hornear y el harina de trigo. Acto seguido, junta la mezcla con la crema espesa a base de plátanos y revuelve bien. Después debes incorporar las claras de huevo a la fuente, batidas a nieve.
Posteriormente, sólo te falta engrasar con una pizca de aceite y algo de harina los moldes para los quequitos de avena y plátano. Añade la masa en la proporción de 2/3 por molde, y llévalos al horno precalentado por 20 a 30 minutos, a 180°C. Después de esto, déjalos enfriar.
Para obtener mejores resultados con tu preparación, recuerda que puedes seguir los siguientes consejos:
En primer lugar, procura no abrir el horno mientras los quequitos están cocinándose. La pérdida del calor podría hacer que estos "no suban" tanto como esperas. Por otro lado, si quieres comprobar que los quequitos de avena y plátano están completamente listos, puedes introducir un palillo en la masa. Si sale completamente limpio y sin restos de masa, ¡puedes disfrutarlos!
Por último, si deseas obtener un postre tamaño familiar, también puedes depositar esta mezcla en una fuente y cocinarlos de la misma manera. Recuerda que para comer rico y sano ¡no hay diferencias!