Cebollas… ¡pero qué difíciles son! Desde pelarlas hasta cortarlas y servirlas, siempre nos ocasionan problemas. Y aunque su presencia es fundamental en nuestra cocina, casi siempre toman un papel secundario, ya sea para acompañar una ensalada, un guiso o formar la base de una tortilla.
Pero ¿has pensado en ubicar a la cebolla como la protagonista principal de una comida?
Pon atención, porque lo que te traemos a continuación te dejará con la boca abierta: cebollas rellenas.
¿Te atreves a prepararlas?
Necesitas:
-1 cebolla (mediana o grande)
-1 corte de pimentón
-1 zanahoria
-1 cucharada de margarina
-1/2 pan rallado
-2 cucharaditas de queso rallado
Paso a paso
El primer paso es pelar y ahuecar la cebolla. Para esto pelaremos la cebolla con nuestras manos. Con mucha paciencia saca la cáscara sin intervenir ni una capa de la cebolla. Verás que es mucho más simple de lo que parece.
Posteriormente, con un cuchillo en forma de punta, marca un círculo en su parte superior y comienza a cortarla con mucho cuidado. Si no tienes un cuchillo así, los abrelatas siempre tienen una punta lo bastante filuda como para perforar una cebolla.
Con la cebolla ahuecada, rallaremos la zanahoria y cortaremos en cuadrados pequeños el pimentón.
Luego, con la mitad de la margarina, las freímos por 5 minutos en un sartén.
Posteriormente, en un bowl depositamos la mezcla de la zanahoria con el pimentón (y su jugo) incorporando el pan rallado. Aquí opcionalmente puede agregar un poco de sal.
El siguiente paso es rellenar la cebolla con el contenido del bowl y ponerla sobre una fuente de vidrio (o resistente al horno). Coloca el resto de la margarina en la fuente, y si te sobra relleno, decora con él alrededor de la cebolla.
Mete al horno por 15 minutos a fuego medio (200 grados) y retira. La porción de una cebolla es recomendable para 2 personas.
Y bien, ¡haz terminado tu cebolla rellena! Disfruta de éste rico plato y comparte con tus más cercanos de ésta fácil y deliciosa receta.
Si te gustó, no dejes de probar un sabroso dip de cebolla estilo americano o una refrescante ensalada mediterránea de palmitos. ¡Son lo mejor!