Hace más de medio siglo, la costumbre en la mesa era disfrutar de los preciados alimentos con las manos. Incluso en los comedores más refinados de la corte francesa, se trataba de un hábito visto con normalidad. Sin embargo, hubo una ocasión en la que Catalina de Médici, reina de Francia (1547 a 1559), decidió que no tenía ganas de ensuciar sus delicadas y blancas manos, por lo que solicitó (exigió) que le fuera traído un pincho o algún artilugio con el que pudiera tomar las alcachofas, las espinacas y otras especialidades culinarias de la alta sociedad. A partir de entonces, el uso del tenedor cobró fuerza y popularidad. Además, goza de una especial versatilidad: se dice que Catalina, también lo usó para rascarse la espalda.
El tenedor es uno de los cubiertos más importante a la hora de colocar la mesa, y por cuestiones de etiqueta, se pone del lado izquierdo. A continuación, te mostramos los distintos tipos de tenedores y sus usos.
Tenedor de mesa.- Este cubierto es el más popular, ya que tiene un propósito general. Cuenta con 3 o 4 dientes y suele tener el mismo tamaño que la cuchara. En compañía del cuchillo, es perfecto para comer filete de pescado, pollo o res, ya que sostiene la carne para cortarla en pedazos y luego, sostener cada bocado.
Tenedor de trinchar.- Es fácil de identificar, pues solo tiene dos dientes, los cuales forman una amplia apertura central, debido a su largo tamaño. Se usa para sujetar alimentos que deben ser rebanados, como un lomo completo o un pollo rostizado.
Tenedor de pescado.- Se distingue por ser ligeramente más ancho y plano que el tenedor de mesa. Tiene cuatro dientes y sí, es perfecto para comer pescado.
Tenedor de ensalada y fruta.- Este cubierto es de tamaño mediano y forma delgada. Es adecuado para tomar alimentos más ligeros como las hojas de lechuga y los cócteles de papaya, mango o sandía.
Tenedor de postre.- Suele ser más pequeño que el tenedor de mesa. Se caracteriza por tener tres dientes con punta roma, es decir, sin filo. Por lo tanto, es perfecto para deleitar pasteles o tortas, tartas, crepes y panqueques rellenos.
Tenedor de ostras.- Se trata de uno de los tenedores más pequeños. Sin embargo, posee tres dientes gruesos y resistentes, con forma casi circular. Está diseñado especialmente para extraer el molusco de la concha.
Tenedor de caracoles.- Este cubierto es pequeño y solo cuenta con dos dientes de apariencia larga y angosta. Como su nombre lo indica, sirve para sacar al caracol de la concha.
Tenedor exprimidor.- Sus tres dientes largos y abiertos ligeramente sirven para sacar el jugo de limones, limas, naranjas y toronjas. No puede faltar a la hora de preparar recetas con un toque cítrico.
Tenedor de fondue.- Este tipo de cubierto es una especie de vara metálica de aproximadamente 25 cm, la cual termina en dos puntas pequeñas. Con éstas se toma un pedazo de pan para después, introducirlo en la olla del fondue y bañarlo en queso.
Y tú, ¿cuántos de estos tenedores conocías?