La carne de cerdo siempre es bienvenida en algún asado, picoteo o comida casera. Sin embargo, muchas veces no podemos llegar al punto perfecto de cocción, ya que tiende a deshidratarse rápido. Existen varios cortes sabrosos que debemos saber cocinar, como por ejemplo las chuletas, ya sean de centro o parrilleras. ¿Qué debemos hacer para que al cocinarlas al horno queden tiernas y jugosas? Acá te dejamos con tres fáciles consejos.
1. Ocupar budineras de vidrio templado.
Estas fuentes son especiales para cocinar en el horno cualquier tipo de carne. La gracia que tienen es que son muy resistentes al calor y ayudan a la concentración del jugo que la carne destila. Si hacemos nuestras chuletas dentro de estos recipientes, te aseguramos mucho jugo concentrado - que puedes utilizar como una excelente salsa - logrando la textura y humedad perfecta. En estas budineras, puedes hacer estofados de cerdo (ocupando las mismas chuletas), con papas cocidas y verduras varias. Son especiales para cocinar en el horno a temperaturas altas.
2. Envolverlas en papel aluminio.
Este es un secreto que no todos conocen. El papel aluminio no sólo ayuda a una cocción más rápida de la carne, sino también a que todo el jugo quede dentro del envoltorio, humedeciendo así las chuletas de manera constante mientras se cocinan. Recuerda también que es importante la posición de nuestras chuletas: la grasa debe ir hacia arriba y el hueso hacia abajo del envoltorio. A medida que la grasa se derrite, se acumula en el papel, dejando un sabroso sabor en la carne de cerdo. Te recomendamos poner las chuletas envueltas en la parrilla del horno y precalentarlo por lo menos unos 10 minutos.
3. Descongelar las chuletas de manera natural.
Si tienes chuletas congeladas en tu refrigerador, es de suma importancia que las descongeles de manera natural, sin la ayuda de microondas ni agua caliente. La idea es que la carne tome por sí sola la temperatura ambiente perfecta para ser cocinada. Si metes las chuleta al microondas, inmediatamente van a perder humedad; no sólo la del hielo, sino también la que trae la carne en su interior. Es mejor ocupar chuletas frescas para poder hacerlas al horno, ya que esta forma de cocinarlas de por sí seca la carne. Imagínate entonces tu chuleta, primero pasada por el microondas y luego por el horno. De verdad va a quedar muy, pero muy seca.
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