Cómo preparar un exquisito queque "cebra"

Todas quienes amamos lo dulce, sabemos cuán difícil es decidirse entre dos sabores, siendo ambos igualmente exquisitos. Ejemplo de ello son la vainilla y el chocolate. ¿Cuál es más rico que el otro? Si son de las que piden “aliados” en el sabor de su helado, porque simplemente no pueden escoger, hoy les traigo la receta del queque cebra (también llamado jirafa). Sin duda lo adorarán, porque al disfrutarlo ¡no tendrán que elegir, ya que contiene chocolate y vainilla por igual!

¿Qué necesitamos? ¡Toma nota de los ingredientes!

125 gramos de azúcar (puede ser light, para disfrutar sin culpas)

250 mls de aceite

250 gramos de leche en polvo (¡mucho más sabrosa!)

300 gramos de harina con polvos de hornear

4 huevos medianos

Ralladura de una naranja

Canela en polvo

Esencia de vainilla

Una pizca de sal

½ cucharadita de bicarbonato

½ cucharadita de vinagre blanco o de manzana (opcional)

3 cucharadas soperas de harina y 3 de chocolate amargo (para separar los sabores)

Una vez que tengamos todo, pongámonos ¡manos a la obra!

1. Coloca en la licuadora el aceite, la leche en polvo, el azúcar y los huevos, procurando que quede todo bien batido. Vacía la mezcla en un bol y poco a poco ve agregando la harina cernida, canela en polvo, ralladura de naranja y la sal. Adiciona también el bicarbonato y vinagre si lo deseas. Revuelve bien. Separa en dos recipientes.

2. En la mezcla de vainilla, agrega dos cucharadas tamizadas de harina. En la mezcla que apartaste, adiciona 3 cucharadas colmadas de chocolate amargo. Revuelve ambas.

3. Aceita un molde, y luego aplica en él una cucharada de la preparación de chocolate. Luego, otra de la de vainilla encima y así sucesivamente. Procura que no se mezcle, sino que quede una porción de la masa sobre otra.

4. Precalienta el horno a 220º por 10 minutos. Luego, baja a 180º y coloca la mezcla por 45 minutos.

6. Sácalo del horno y ¡disfrútalo!

Te aseguro que te enamorarás de esta exquisita receta especialmente creada para indecisos. Puedes ir alternando con otras igualmente ricas, como el queque alemán de manzana, el queque de plátano con chocolate o el queque de leche condensada. ¡Bon Apetit!