El aceto balsámico es una de los aliños más simples y con sabores más complejos que puedes encontrar. Las preparaciones que puedes hacer con él son variadas, desde aliñar una ensalada hasta adobar carnes y pescados.
La denominación de origen del vinagre balsámico - o aceto balsámico - viene de Italia, específicamente de la región de Modena. Existen registros del siglo IX, época en la cual el aceto se usaba como elixir. Como la mayoría de los productos más preciados, su receta era secreta. Hasta el día de hoy, cada familia y empresa guarda con celo su proceso de preparación.
En términos generales, este proceso parte con la cuidadosa selección de uvas de las especies Lambrusco y Trebbiano, que son consideradas ideales debido a su alto contenido de azúcar. Estas uvas son pasadas por una prensa y el resultante mosto es calentado en calderos de cobre hasta lograr una reducción adecuada. Posteriormente, el líquido es depositado en barriles de diferentes maderas para comenzar el proceso de añejado. Con el tiempo, parte del líquido se evapora y es trasvasijado a barricas más pequeñas, añadiendo cantidades de mosto. Este proceso es repetido varias veces.
El aceto balsámico De Nigris tiene una tradición de más de 120 años. Hoy en día esta marca ofrece una amplia gama de vinagres balsámicos, incluyendo opciones orgánicas y añejados especiales. La variedad que en esta ocasión compré es la White Eagle, que tiene un valor de $4.000 aproximadamente y es posible encontrarla en los mayores supermercados del país.
El sabor del aceto balsámico White Eagle, de De Nigris es intenso y balanceado, teniendo un nivel de acidez adecuado para la preparación de ensaladas y pescados marinados.
Además es posible preparar salsas con el aceto balsámico, como por ejemplo una Teriyaki hecha en casa. También tienes la opción de adobar pollo, o simplemente aliñar una rica ensalada de hojas variadas.
¿Si recomendaría el aceto balsámico White Eagle, de De Nigris? ¡Absolutamente!