No es necesario que sea el día de los enamorados o un cumpleaños para sorprender a quienes queremos. Es por eso que hoy les traemos una idea súper divertida y original que de seguro sorprenderá a quien la reciba. Se trata de una caja de bombones totalmente comestible que los dejará como reyes (o reinas).
Ingredientes:
-1 bizcocho
-80 gramos de mantequilla
-100 gramos de azúcar flor
-50 gramos de queso crema
-fondant
-chocolates para decorar
Preparación:
No se asusten si no tienen los ingredientes tal cual se los escribí anteriormente, ya que en Cookcina les hemos enseñado cómo hacerlos.
Partiremos cortando en un círculo nuestro bizcocho. Da lo mismo si es de color natural o colorido, como en este caso, ya que lo forraremos con buttercream y no se notará el color.
Una vez hayamos cortado el círculo, le pondremos buttercream alrededor. Esta crema se hace con mantequilla (a temperatura ambiente) el azúcar flor y queso philadelphia. Deben batir todo hasta lograr una crema homogénea. Lo ideal es que lo batan con una batidora eléctrica, ya que así lograrán un acabado sin grumos. Al final yo le quise agregar colorante rosado para que se viera más bonito, pero es optativo.
Esperaremos hasta que se endurezca un poco y continuamos por la parte de abajo. Como tiene mantequilla, si la meten en el refrigerador por unos minutos se endurecerá más rápido.
Luego tomaremos nuestro fondant y cortaremos un círculo con el mismo cortador que cortamos el bizcocho y también cortaremos una línea gruesa, que será con la que forremos el borde de nuestro bizcocho. En este caso, como es un regalo romántico, teñí el fondant de rojo con colorante en gel.
Cuando ya haya endurecido, sacamos nuestro bizcocho cubierto con frosting de mantequilla y ubicamos nuestro fondant para crear la caja. Lo acomodamos y cortamos lo que nos sobre.
Finalmente, debemos colocar nuestros chocolates dentro y colocar nuestro círculo de fondant a un lado, para que simule ser la tapa de nuestra caja. Les aseguro que sorprenderán a quien se lo regalen y lo mejor de todo es que pueden comerse hasta las migas del bizcocho.