Esta es una receta para los amantes de la buena carne, preparada de una manera diferente. Donde la dulzura de las cebollas hará de esta comida una experiencia diferente.
Para 2 jugosos medallones de carne hacen falta: 300gms. de carne de primera dividida en dos medallones gruesos
1 ½ cebolla picada en aros
2 dientes de ajo
3 cucharadas grandes de azúcar blanca
1 taza de champiñones cortados
Sal y pimienta al gusto
Comenzamos esta receta colocando en la satén caliente 2 cucharadas de aceite y el azúcar. Cuando el azúcar se torne morena se agregan las cebollas, las cuales se van a ir dorando poco a poco, a fuego lento, y tomando un color dorado y brillante. Las cebollas se caramelizan unos 25 minutos a fuego medio. Sacamos las cebollas y las ponemos aparte.
En la misma sartén, sin agregar más aceite, se colocan los medallones para que se doren y se sellen. Dependiendo del gusto de cada comensal, los medallones pueden quedar bien cocidos o término medio. Allí le agregamos el punto de sal y pimienta.
Paralelamente al dorado de la carne, tenemos una sartén pequeña en donde colocamos un chorrito de aceite y los champiñones trozados que los vamos dorando. Los champiñones sueltan su agua natural, pero podemos agregarle un par de cucharadas de agua para que se cocinen mejor. Para darle espesor a la salsa de champiñones, ponemos una cucharadita de harina de trigo o un punto de maicena. Revolvemos con una cuchara de madera y los champiñones están listos.
Lista la carne al punto que nos gusta, le colocamos las cebollas encima para que se calienten. Y emplatamos de inmediato.
Con esta carne estoy segura que se les hará agua la boca. La combinación del dulce de la cebolla en contraste con la carne y la simpleza de los champiñones, harán de esta comida un momento de disfrute.