No hay que ser un genio para darse cuenta que la comida chatarra hace mal. Primero, el nombre basta. Nada bueno le puede pasar a nuestro cuerpo con aquello que tiene por apellido “chatarra”. Y si eso no basta, porque por alguna razón no saben diferenciar entre una hamburguesa rebosante de todo aquello que nos hace mal y una lechuga, la simple respuesta de nuestro organismo podría ser suficiente ¿Realmente se han sentido bien luego de comer un trozo de pizza del que goteaba aceite? Sí es así, bueno, lamentablemente no los diferencia mucho de un alcohólico que para dejar de tiritar en las mañanas se toma una cañita de vino.
Chile, país adicto a la comida chatarra La Tercera publicó el año pasado un reportaje sobre la adicción que produce la comida chatarra. “40% de los chilenos admite ingerir regularmente papas fritas, galletas, chocolates o pizzas para aplacar el hambre”. Sí, chocolate ¿Te dolió el alma? En México, la comida chatarra es aquella que tienen más de 275 calorías por cada 100 gramos, y tienen un impuesto especial; el chocolate, claro, calza perfectamente en la categoría. Y los mexicanos sí que saben de estas “comidas” que nos asesinan lentamente ¿No me creen? Manuel Uribe, quien alguna vez fue el hombre más gordo del mundo luego de una depresión que lo tumbó a la cama y sólo le permitió comer mugre durante años, acaba de morir intentando volver a ser no un humano esbelto, sino un ser independiente, que al menos pudiese ir al baño por las suyas. Todo gracias a la comida chatarra.
Indices de obesidad en Chile Continuando con la situación en nuestro país, el mismo reportaje de La Tercera revela que un 49% de los chilenos tiene el hábito de comer en horas establecidas. Es decir, el 51% de nuestro compatriotas come a cualquier hora haciendo que sus sistemas digestivo trabajen de forma desorganizada. En el mismo reportaje, además, se destapan cifras sobre el famoso "picoteo" entre comidas. "Un 42% posee el hábito", dice la publicación. Con estos números que demuestran el desequilibrio en nuestra alimentación, no es de extrañar las cifras que entregó FAO (Food and Agriculture Organization) el año pasado y que La Segunda publicó: el 29% de los chilenos padece la enfermedad de la obesidad superando el 23% de promedio que América Latina tiene. Estos datos son conocidos y manejados desde hace tiempo por el Minsal, si no, no se habría prohibido la venta de comida chatarra en los colegios de nuestro país. Falta de regulación Lamentablemente, a diferencia de México y quizá por la millonada de plata que le entregan al Estado año a año las cadenas que engordan a nuestra población (casi US$ 700 millones), Chile no ha restringido a estas fábricas de obesos, y por lo mismo nuestro país no ha elaborado listas confiables con las peores comidas chatarras a las que estamos expuestos cuando el hambre ataca. La culpa la tiene nuestro sistema capitalista, podríamos pensar. Pero no es por eso, sí fuese así EEUU no haría listas en donde no sólo da el nombre del alimento, sino también la cadena que lo vende. Así lo hizo Food Matters y Time; y adivinen cuáles fueron las comidas recurrentes en ambas listas... Sí, hamburguesas, papas fritas y pizza.
Como chilenos podríamos culpar a muchos factores por nuestros malos hábitos alimenticios. Los sureños podríamos decir que en nuestra tierra se nos demuestra amor dejándonos redondos de cariño. Los santiaguinos dirían que la falta de tiempo los lleva a comer lo que sea para dejar de sentir hambre y así seguir trabajando. Pero ambas son excusas, nadie que te quiera entregar afecto va a transformarte en una bola de grasa (excepto por el esposo de la que intenta ser la mujer más gorda del mundo), y ningún trabajo es más importante que nuestra salud. Primero nosotros y después la pega, cabras y cabros.
No es necesario que se preocupen, pero sí que se ocupen. Acá en Cookcina encontrarán una amplia variedad de comidas saludables que les ayudará a respirar normalmente luego de subir un par de peldaños de escalera.
Foto CC vía Armando Aguayo Rivera