Si bien el nombre de esta receta merece -de buenas a primeras- un poquito de respeto, te aseguro que su resultado está más cerca del cielo que del infierno, por lo menos en lo que a sabor respecta. Definitivamente, esta la torta es de otro mundo y más que del diablo es paradisíaca. La Torta negra del diablo hace referencia al color que tiene la torta luego del horneado, que corresponde a una tentadora tonalidad roja. En una receta sencilla, conseguimos una preparación húmeda y untosa, un verdadero pecado que te podría mandar derechito al infierno si es que estás a dieta, pero definitivamente vale la pena.
Ingredientes (20 porciones)
-80 gramos de mantequilla derretida
-250 gramos de azúcar
-6 huevos
-250 gramos de harina con polvos de hornear
-50 gramos de crema
-50 mililitros (ml) de agua
-80 gramos de cacao amargo
-1 cucharadita de bicarbonato
-1 pizca de sal
-1 cucharadita de esencia de vainilla
-500 gramos de chocolate semiamargo
-300 gramos de leche condensada
-50 gramos de mantequilla derretida y tibia
-1 copita de licor (ron, coñac, amaretto)
Preparación
En un recipiente colocar los huevos, el azúcar y la esencia de vainilla, batir por unos 10 a 12 minutos. Mezclar el agua con cacao y la crema, agregar la mantequilla derretida y tibia. Incorporar a la mezcla de huevos.
Cernir la harina con el bicarbonato y la pizca de sal, incorporar estos ingredientes secos al batido. Integrar todos los ingredientes mezclándolos de manera suave y con movimientos envolventes, hasta conseguir una masa lisa y homogénea.
Verter la preparación en un molde apto para horno previamente forrado con papel mantequilla y enmantequillado. Hornear por 30 a 40 minutos. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Relleno: Derretir el chocolate a baño María o al microondas y dejar entibiar.
En un recipiente colocar la leche condensada, la mantequilla y el licor, batir hasta obtener una crema. Agregar el chocolate y seguir batiendo hasta obtener una crema homogénea.
Dividir la torta en tres capas iguales. Colocar una capa de torta en un plato, untar con la crema, rellenar así cada capa con crema y por último bañar la torta con el resto de la crema emparejando los bordes con una espátula alisadora.
Llevar al refrigerador hasta el momento de servir. Decorar con virutas de chocolate.
Disfruta de un sabor celestial pero con toques infernales. ¿Suena tentador, o no? Si los comensales también quedaron encantados con el sabor de esta rica Torta negra del diablo, de seguro ya querrán conocer otros dulces pecados del infierno, quedando demostrado que éste se encuentra cada vez más cerca del cielo.