No soy muy fanático de las cosas dulces, pero tengo algunas excepciones: la torta de yogurt y el manjar. Definitivamente éste último es de los agregados favoritos para comer con tostadas en invierno. O sobre sopaipillas ¿Será que las sopaipillas quedan rico con lo que sea, o que el manjar no importa sobre qué o en qué vaya, siempre, pero siempre será un conjunto exquisito? Hace un par de años estaba en Temuco y conocí a unos gringos que andaban mochileando por Chile. De todo lo que hablamos, una cosa recuerdo en particular: el fanatismo por el manjar. Ni siquiera le gustaron las longanizas chillanejas, o las tortas curicanas, o los mariscos chilotes. No, manjar, manjar, manjar. Ese dulzor perfecto. Esa cremosidad que casi se disfruta cuando se pega en los dientes.
Lamentablemente el manjar esconde un oscuro secreto. Comérselo a cucharadas es entendible, pero no recomendado. Hazlo y tus caderas sufrirán. Si eres diabético ¡NO LO HAGAS! ¿Vas a comenzar una dieta? Dile adiós. Sí, es triste, pero es la verdad. En todo caso así es mejor. Si se pudiese comer sin control y sin consecuencias, perdería la gracia, sería como un vaso de agua. Y no pues, por algo existe la frase: “manjar de los dioses”.
Claro, aparte de contarles esto también les daré cinco recetas que incluyen la magia del manjar:
1) Milkshake de plátano con manjar: Los milkshake´s son geniales y con manjar ya bordean la perfección.
2) Torta para principiantes: ¿Quieres preparar una torta pero te falta experiencia? Te recomiendo esta receta simple y deliciosa.
3) Torta de hojas con manjar y dulce de frambuesa: Ésta quizá requiere un poco más de experiencia, pero aquí hay dos ingredientes que compiten por protagonismo. Las frambuesas y el manjar sin duda son complementos ideales.
4) Panqueques: Los panqueques son ricos con lo que sea, y con manjar más aún.
5) Bombitas con manjar: Una tía las preparaba cuando la íbamos a visitar con mi familia. Y a la hora del té eran el picoteo infaltable. Muy sabrosas.