¿Tienes un yogurt en tu refrigerador a punto de vencer y no sabes en qué ocuparlo? ¿Tienes, además, harina y un par de huevos? Si tu respuesta es sí, sólo te resta sumar todos esos ingredientes y el resultado que te espera será sorprendente: un exquisito, suave y facilísimo queque, ideal para acompañar tus tardes o desayunos. Y si además te gustanlas semillas de amapola, sólo debes agregarla a la masa según te explico en la siguiente receta:
Ingredientes: - 250 gr de harina sin polvos de hornear
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2 cucharaditas de polvos de hornear
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200 gr de azúcar rubia
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80 cc de aceite
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1 pizca de sal
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150 gr de yogurt, del sabor que prefieras
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2 huevos
- Semillas de amapolas (opcional) Preparación: Parte precalentando tu horno a temperatura media (180°C).
Luego, separa los ingredientes secos de los húmedos en dos bowls diferentes: en uno, la harina, los polvos y la sal; en el otro, el azúcar, el aceite y el yogurt (unir estos dos primero) para luego incorporar el aceite y los huevos batidos, integrando todo muy bien.
Comienza poco a poco a agregar los ingredientes secos a la mezcla húmeda, ayudándote de un colador o tamiz. En este paso puedes agregar las semillas de amapola. A mí me encantan, porque le dan un toque crocante que contrasta muy bien con la suavidad de este queque.
Una vez bien mezclado, vierte la masa en un molde enmantequillado apto para horno (en mi caso utilicé un molde de silicona que no necesita ese paso) y llévalo al calor por aproximadamente 45 minutos. Recuerda ir chequeando de vez en cuando, todos los hornos son un mundo diferente.
Inserta un palito y si está seco, ¡ya está listo! Espera que se enfríe antes de cortar. Acompáñalo de un rico té, ideal para estos días que ya comienzan a ponerse otoñales. ¡Que lo disfrutes!