Los chilenos tenemos el inmenso privilegio de tener a la mano una gran variedad de mariscos, algunos que no se pueden encontrar en ninguna otra parte del mundo.
Las Machas son unos de los más consumidos y que más variadas preparaciones tiene, además es uno de mis mariscos favoritos. A la parmesana, en empanadas, como chupe, en un mariscal o simplemente con salsa verde, siempre son un placer.
Las Machas que yo conocía eran las de Lenga, Tomé y Lirquén, entre otros lugares de la Región del Bío Bío. La primera vez que recuerdo haber pedido esta exquisitez en la zona central, específicamente en Concón, sufrí una pequeña decepción.
Fue en ese momento que descubrí que lo que yo había disfrutado todo el tiempo era la Navajuela, un marisco muy similar pero de un color mas claro y con una lengua más gorda. Les recomiendo si no la conocen, que la prueben. Si no tienen la posibilidad de visitar las caletas del sur, pueden comprarlas en los supermercados, aunque enlatadas.
Para prepararlas, solo mézclalas con abundante jugo de limón, mayonesa, cebolla picada en cuadritos, cilantro y sal a gusto. No necesitas más para disfrutarlas en toda su magnitud.