Me encanta la albahaca. Su olor, sabor y la gran cantidad de beneficios que tiene para la salud, me han hecho empezar a buscar maneras para incorporarla cada día más en mi alimentación. Como ejemplo, les cuento que, entre otros beneficios, sus hojas ayudan a controlar los nervios, la depresión e incluso los dolores de cabeza. También mejoran la digestión y te pueden ayudar a aliviar la laringitis y faringitis.
Una de las formas de comer esta planta verde exquisita es transformándola, a través de un simple proceso, en salsa para acompañar pastas, pescados, verduras, y en realidad, la comida que se les ocurra. Es tan rica que queda bien con casi todo. Les enseñaré cómo se prepara el Pesto.
Ingredientes - Una mata generosa de Albahaca - 4 dientes de ajo - 40 ml. de aceite de oliva - 20 gramos de nueces - Limón - Sal
Preparación Simplemente se trituran las hojas de albahaca, con las nueces, el aceite de oliva y los cuatro dientes de ajo. Lo puedes hacer con un mortero o en una licuadora. Añade unas gotas de limón para evitar que se oxide y sal a gusto. Mezcla bien y guarda.
Puedes hacerlo en frasquitos, cubeteras de hielo y congelarlas (y después descongelarlas), o en bolsitas. Úsala como acompañamiento y disfruta.