El pavlova es un postre típico de Australia y Nueva Zelanda, personalmente sólo he probado la versión neozelandesa, por lo que no podría decirles si hay alguna diferencia en particular. Lo que sí les puedo decir, es que es un postre exquisito y que vale la pena prepararlo en casa. Por mucho tiempo pensé que era difícil (porque es lo que uno lee cuando busca las recetas), pero la verdad es que, siguiendo las indicaciones a continuación, cualquiera puede preparar un rico pavlova :).
Ingredientes:
• 4 claras de huevo.
• 1/4 cucharadita de sal.
• 220 grs. de azúcar flor.
• 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.
• 1 cucharadita de vinagre.
• 2 cucharaditas de maicena (harina de maíz).
• Frutillas o kiwi para decorar.
Preparación:
• Precalentar el horno a 180°C y poner papel mantequilla (o papel de horno) en una lata para hornear.
• Batir las claras de huevo con la sal, hasta lograr una suave espuma.
• Gradualmente agregar el azúcar a la mezcla y batir hasta llegar a punto de nieve.
• Agregar la esencia de vainilla, vinagre y maicena e incorporar suavemente (¡no batir!).
• Poner la mezcla sobre la lata de horno con el papel, formando un círculo de 18-20 cms., formando un cilindro con la mezcla (debemos verter la mezcla, como formando una torre). Alisar la parte superior.
• Poner en el horno y bajar la temperatura a 130°C. Hornear por 1 hora. Es muy importante no abrir el horno mientras se cocina.
• Apagar el horno y dejar que el pavlova se enfríe.
• Cuando esté completamente frío, sacar del horno y decorar con crema batida (crema chantilly) y frutillas o kiwi.
Lo más importante del pavlova es que debe quedar crujiente por fuera y con una textura de marshmellow por dentro. Para que el exterior no se ponga blando, hay que decorar con la crema y las frutas no más de 3 horas antes de comerlo.
Foto 1: Flickr NZ at Frankfurt Foto 2: Flickr Yabby