Si han visto la película Little Miss Sunshine, quizás recordarán la escena del helado. La pequeña protagonista pide esto en un restaurante y su neurótico padre hace que desista de comerlo, asustándola por su alto contenido en grasa. Pues bien, esta receta es de un helado natural especialmente fácil de preparar y que cualquiera puede comer ¡sin culpa! Porciones: 4 Ingredientes:
• 6 plátanos maduros congelados.
• 200 cc de agua.
• Hojitas de menta.
• 1 cdta de cacao amargo (opcional). Preparación:
• Los plátanos se pelan y se cortan en pedazos. Los echamos a algún recipiente y lo guardamos en el congelador por al menos 10 horas.
• Dejar los plátanos a temperatura ambiente por un par de minutos, para que no estén tan duros.
• Licuar el plátano, junto al agua y la menta. Aquí podemos agregarle cacao, alguna fruta o frutos secos que le den más sabor.
• Servir dependiendo de qué tan consistente se desee. Para que quede aún más “helado”, se debe volver a llevar al congelador por otro par de horas.
Además de la menta, lo he probado añadiéndolo pasas o dátiles. Se trata de excelentes opciones que le agregan un sabor más dulce, sin tener que recurrir al azúcar o endulzantes artificiales. En esta ocasión, utilicé dátiles, el fruto de la palma dátilera que se encuentra en algunos países del otro lado del globo. Además de darle un toque algo “exótico” al helado de plátano, estarás añadiéndole propiedades nutricionales que te darán energía. Por lo simple y rápido de elaborar, vale la pena experimentar con otros frutos hasta obtener helados, a base de plátano, de muchos sabores. Esta receta la conocí gracias a Belén Dussaubat, mejor conocida por su blog como Chirimoya Alegre, ¡atrévanse a probar e inventar sus propias recetas!