Los pasteles son siempre el complemento perfecto, la razón de existir de los placeres que acompañan a las tardes lluviosas, las meriendas calentitas, o los desayunos de una mañana fresca y agradable, pero ¿qué tal si el motivo de nuestros suspiros culinarios es una torta esponjosa recién horneada?
Esta receta es una de esas fórmulas que pasan de generación en generación por su sabor delicioso y porque nunca fallan en su textura suave y consistente, además, preparar Pastel Esponjoso de Chía no es complicado, sino todo un arte sensorial que vale la pena experimentar.
INGREDIENTES
- 1 y 3/4 de taza de harina de trigo
- 1/4 de taza de fécula de maíz
- 3 cucharaditas de polvos para hornear (o levadura química)
- 1 taza de Endulzante Splenda Granulado
- 3/4 de taza de leche
- 4 cucharadas de chía
- 90 gramos de mantequilla
- 2 huevos
- 1 clara de huevo
- 2 limones
- 1/2 cucharadita de sal
PASO A PASO
Para preparar Pastel Esponjoso de Chía, el primer paso consiste en cernir o tamizar la harina, fécula de maíz, polvos para hornear y sal, juntas en un recipiente. Una vez hecho esto, debe batirse -aparte- la mantequilla en conjunto con la taza de Endulzante Splenda Granulado, hasta que la preparación se sienta homogénea, suave, y haya adquirido un tono claro (dependiendo de la velocidad y potencia de la batidora, la mantequilla estará lista de 8 a 10 minutos como máximo).
Luego, añadimos los dos huevos enteros, uno por uno, a la mantequilla con Splenda y mezclamos enérgicamente hasta conseguir que los ingredientes se integren bien (la preparación adquirirá tonos amarillentos y consistencia cremosa); para, en seguida, agregar poco a poco nuestras harinas previamente tamizadas (que son harina de trigo, fécula de maíz, sal y polvos para hornear), alternándola con leche.
Por otro lado, es momento de pensar en el sabor principal de esta receta. Para ello: obtenemos la ralladura y el jugo de los dos limones grandes (cuidando que la corteza no tenga demasiada piel blanca del limón, pues esto amargaría el sabor que intentamos conseguir), y llevamos ambos ingredientes a cocinar a fuego medio con 1/4 de taza de agua; hervimos durante 1 o 2 minutos, colamos la preparación, y ya está listo nuestro saborizante.
Volviendo a nuestra primera mezcla (a la que acabamos de añadir harinas y leche): cuando los ingredientes estén completamente combinados será momento de agregar las semillas de chía y el saborizante líquido de limón, sin dejar de batir.
Mientras tanto, en un recipiente aparte, deberá batirse una clara de huevo a punto de turrón o punto de nieve, y cuando esté lista (sabemos que la clara está en su punto exacto cuando podemos voltear completamente el recipiente y esta no se derrama) la añadimos a nuestra masa, mezclando brevemente con movimientos envolventes.
Finalmente, engrasamos (preferentemente realizamos esto untando mantequilla fría) y enharinamos un molde circular de alrededor de 30 centímetros de diámetro y 5 centímetros de altura, y vertemos toda la masa.
Por último, llevamos el molde al horno -previamente recalentado durante 10 minutos- a 200°C, durante 40-45 minutos o hasta que, al meter un palillo en el pastel, éste salga sin restos de masa (ojo, es importante no abrir demasiado el horno al hacer las pruebas con el palillo).
Desmoldamos inmediatamente, pasando un cuchillo por la orilla del molde para asegurarnos de que el pastel no se adhirió al metal, y colocamos la torta en una rejilla hasta que se enfríe. Decorar al gusto.
Y ahora sí, estamos listos para sentarnos con una rica rebanada de Pastel Esponjoso de Chía y una taza de buen café en grano, para animar los desayunos en familia, o para sorprender a los pequeños cuando lleguen del colegio con un postre que les encantará.