Despertamos un día de lluvia con ganas de comer picarones a la antigua, con papas y zapallo en la masa. Esta es una receta súper especial, inspirada en las abuelitas de las abuelitas. Si quieres recordar tu infancia más temprana, o un día frío en el sur, con esta receta te transportaras en el tiempo.
Ingredientes
1 taza de zapallo cocido
1 taza de papas cocidas
1/3 taza de leche entera
1 huevo
1 cucharadita de sal de mar
3 ½ tazas de harina con polvos de hornear
Aceite para freír
Porciones 8 porciones
Preparación
Pelar y limpiar bien las papas y el zapallo. Cortar en trozos grandes y poner a cocer junto a la sal durante 20 minutos o hasta que estén tiernos. Moler y pasar por cedazo las papas y el zapallo, con esto lograras que la masa quede totalmente esponjosa y sin fibras.
En un bowl poner el zapallo y papas molidas, agregar la leche fría y el huevo, batir los ingredientes hasta que la mezcla quede homogénea. Añadir la harina de a poco, revolviendo bien y cuidando que no queden grumos. La masa debe quedar homogénea y elástica. Si crees que es necesario, puedes agregar un poco más de harina, esto dependerá de las características de tus vegetales.
Dar forma a los picarones y poner a freír en aceite durante 1 ½ minutos por lado. Servir calientes.
Dar forma a los picarones es todo un tema. La masa es particular, muy pegote y elástica. Recuerdo tardes cuando muy chica en la cocina de mi abuela intentando dar forma de rosca, imposible para mis torpes dedos de niña!. Esta vez, decidí hacer los picarones como bocado, poniendo aceite en mi mano y cuchara. Ayudándome de estos dos implementos fue posible armar los picarones con un movimiento envolvente. Si quieres prepararlos de manera que tengan un orificio en el centro, la técnica antigua involucra un movimiento certero con un palillo de madera una vez que la masa esta en el aceite. Es un poco peligroso y no lo recomiendo. Otra manera es dejar tus manos suficientemente aceitadas y hacer un movimiento con velocidad japonesa aplastando la masa y al mismo tiempo perforándola, para luego inmediatamente ponerla en aceite. Lo más importante es tener cuidado con el aceite, elige la técnica según tu motricidad.
Estos picarones son riquísimos por sí solos, acompañados de azúcar flor o manjar. O en la versión tradicional con una preparación de chancaca. Una receta increíble para reponer el cuerpo en los días fríos