Parte de crecer en México es experimentar de primera mano las mejores experiencias culinarias típicas del territorio nacional. ¡Estamos orgullosos de nuestra cocina! Tanto así que nos encanta compartir con el mundo las recetas e ingredientes necesarios para su preparación.
Una de las bases de la alimentación de los mexicanos es, sin duda alguna, el maíz. Con él hacemos tortillas, masa, lo comemos hervido o preparamos los tradicionales esquites (en otra ocasión les enseñaré cómo hacer esquites, ¡promesa!) Del maíz hecho masa obtenemos la base para la mayoría de los platillos que se venden en las calles del país, como gorditas, sopes, quesadillas y, por supuesto, lo que prepararemos hoy, las deliciosas empanadas.
La empanada tradicional está rellena de queso, pero en los puestos se pueden pedir de muchísimas cosas, por lo que, si te gusta esta receta de empanadas, no dudes en recrearla utilizando carne de cualquier tipo, papa, hongos, etcétera.
Pasemos a ver lo que necesitamos para preparar esta receta de empanadas de queso. Con estas cantidades obtendremos 12 unidades, perfecto para disfrutar en familia:
- 2 tazas de harina de maíz
- 2 tazas de agua caliente
- 2 hojas de plástico (las encuentras en cualquier papelería o puedes cortar una bolsa del supermercado para este propósito)
- 300 gramos de queso fresco (si no vives en México puedes encontrarlo como queso Oaxaca)
- ½ taza de hojas de epazote
- ½ taza de crema
- 1 taza de lechuga finamente picada
- Sal al gusto
- Opcional: salsa picante (en cualquier supermercado encontrarás una selección de salsas “caseras” mexicanas, las más populares son la verde, la roja y la ranchera)
Una vez que tengamos estos ingredientes listos sobre la barra de nuestra cocina, es hora de empezar las preparaciones. ¡No te preocupes, no es tan tardado como podría pensarse!
En un bol de cristal, vierte la harina, la sal y el agua caliente. Amasa hasta que obtengas una bola uniforme de masa. Recuerda que entre más suave esté es mejor, pero en ningún caso debe quedar líquida.
Con la masa que te quedó como resultado, haz 12 bolitas, calculando que queden del mismo tamaño.
Aquí viene la parte un puco difícil, pero no te preocupes, si no te sale a la primera, puedes volver a hacer una bola de masa e intentarlo de nuevo. Primero coloca la hoja de plástico sobre una superficie sólida y plana. Sobre esta, pon una volta de masa. Sobre la bolita, pon la segunda hoja de plástico. Ahora, con un objeto sólido como una espátula de madera, aplana la masa hasta que quede una rueda delgada, parecida a una tortilla mexicana.
Una vez que hayas hecho eso con todas, ponles encima el queso y el epazote en porciones bien distribuidas.
Dobla la empanada por la mitad de modo que quedé con forma de media luna. Con un tenedor o un cuchillo, presiona los bordes para sellarlos.
En un sartén, calienta aceite calculando que este a un nivel que cubra la totalidad de la empanada. Es hora de freír. Sumerge la empanada en el aceite y cocina cada una durante 4 minutos o hasta que adquiera una coloración más oscura y una textura sólida.
Retíralas del aceite y colócalas sobre una toalla de cocina para que absorba el exceso. Déjalas reposar durante 10 minutos.
¡A servir! Dales un toque de sabor untándoles crema encima y espolvoreándolas con la lechuga picada. Si te gusta el picante, ponles un poco de salsa. Si te sobro queso, puedes rallarlo y ponérselo encima también.
¡Y listo! Ya tienes algo sabroso que servir a tu familia un domingo por la mañana.