Desde los primeros pasos de nuestros ancestros en la tierra, las hierbas aromáticas eran parte del menú saludable, no solo encargadas de sazonar las comidas, sino también, proporcionar bienestar a quienes la consumían, uno de ellos es el Romero, no podrás resistir a su aroma.
Originario del mediterráneo, El Romero es un arbusto de muy buen aspecto y fácil plantación; se adapta con rapidez a todo tipo de tierra y se puede mantener en suelo libre o en maceta con riego adecuado, por lo que es una planta con la que puedes contar en toda época del año y tenerla siempre a mano, muy cerca de tu cocina.
Cocinar con Romero es toda una experiencia: la que inicia al momento en que te decides cortarlo, el solo hecho de desprender sus hojas dará a tu cocina una sensación exquisita; para su uso, debes sacarlas de la rama con las manos y esparcirlas –picadas o enteras- sobre el alimento, su esencia se hará notar desde el hervor, donde el vapor que llena la cocina traerá calma y quitará migrañas, esto gracias a sus propiedades analgésicas, las que también podrás obtener si lo usas como infusión.
Otra forma en la que puedes cocinar con Romero es por medio de aceites. Una opción rápidas y de muy buen gusto es poner una ramita en una botella de vidrio y cubrirla con aceite de oliva, de esta forma, tendrás un condimento que hará la diferencia en salteados, sofritos o al preparar masas. Otra opción, muy útil en caldos o en cocidos de carne a la olla, es sacarlo de su rama y hacer pequeños cubos en la hielera con aceite y agua, puedes acompañarlo de pimentón, ralladura de limón y zanahoria.
Platos en los que sacarás aplausos son por ejemplo: las carnes al horno, el pescado a la lata, las papas –patatas-, las pastas a la crema, pizzas, tortillas, crudos, etc. Ahora, si cocinas para tus hijos, o para quienes estudian, cocinar con Romero al menos una vez a la semana podría ser de mucha ayuda, debido a que en porciones adecuadas, la acetilcolina que contiene, ayuda a liberar estrés cerebral y permite que tu cerebro funcione de mejor manera.
Si últimamente tu salud no ha ido bien, también puedes contar con el Romero, prepara caldos de verduras o carnes y sazona siempre con él, ayudará a regular la digestión, desinflamando el intestino ayudándote a ir al baño pero sin dañar tu organismo, por el contrario, aportara vitaminas como la A, B, C Y E.
Por último, si no tienes donde plantar, o tu casa carece de espacios iluminados como para tenerle dentro, aun puedes comprar las ramas en los mercados. Elegirlas será importante, debes escoger las de verde más intenso -las hojas amarillas si bien no son desagradables, suelen cambiar de sabor-. Al llegar a casa, dispón de un papel secante y envuelve lo que no usaras, ponlo en algún lugar oscuro por más menos un día, cuando notes que sus hojas están menos firmes, sepáralas con las manos y consérvalas en un frasco muy bien tapadas y en un lugar fresco y seco. Recuerda que la cantidad que apliques en cada plato marcara la diferencia en sabor, de esta manera podrás disfrutar de él por más tiempo.
Haz del Romero un amigo en tu cocina, no dejes de usarlo y recibirás los beneficios de una planta milenaria cada día en su mesa.