Con la llegada de los sartenes antiadherentes pensamos que los días de cocinar con aceite habían acabado y podríamos por fin comenzar a comer más sano. Pero la verdad es que el teflón (el primero en esta categoría) resultó no ser tan fantástico como prometía: perdía rápidamente sus propiedades, la comida se pegaba igual e incluso se decía que al calentarse emitía sustancias tóxicas. Surgieron entonces nuevas tecnologías gracias a los sartenes de cerámica o titanio, indudablemente superiores a su antecesor, y que al menos nos ayudan a disminuir la cantidad de aceite en nuestras preparaciones, aunque eliminarlo del todo parece seguir siendo difícil, principalmente por el sabor especial que proporciona.
¿Cómo cocinar con menos aceite?
Primero que todo, hay que decir que el aceite en cantidades moderadas no es malo para el organismo, al contrario. Lo que nos perjudica en términos de salud es el calentarlo, y más específicamente, la cantidad de calor que le aplicamos. Cuando el aceite alcanza cierta temperatura, se modifica o descompone en términos químicos, transformándose en grasas trans, muy nocivas para nuestro cuerpo. De entre los aceites disponibles en el mercado, el de oliva es uno de los que mejor soporta las altas temperaturas, por eso es conveniente utilizarlo para freír, aunque su particular sabor no les gusta a todos.
Pero utilizar sartenes de cerámica o aceite de oliva no es la única manera de disminuir los aspectos nocivos de este producto. Algunos tips para aprender cómo cocinar con menos aceite:
- No usarlo: claro, parece obvio, pero es que hay veces en que de verdad no necesitamos usarlo. Podemos por ejemplo prescindir del aceite en las ensaladas, o en último caso, utilizar un rociador para que éste se esparza mejor sin utilizar demasiado.
- Cocinar al horno o a la plancha: con solo un poquito de aceite esparcido en la bandeja o sartén, bastará para evitar que nuestros alimentos se peguen. Es el ejemplo de las papas "fritas" que yo preparo al horno, con una cantidad mínima de aceite y quedan igual de sabrosas y crocantes que las normales, pero con la mitad o menos de calorías. Otro ejemplo son las arepas, esos clásicos panes o tortillas venezolanos que perfectamente pueden cocinarse al horno o a la plancha sin necesidad de freírse.
- Buscar sustitutos para el sabor: el sabor del aceite es inigualable, sin embargo, hay alimentos que podemos aliñar con productos mucho más saludables. Por ejemplo, si te gustan los huevos revueltos y el tomate, puedes prescindir del aceite poniendo tomates picados en un sartén hasta que se calienten, y luego agregas los huevos, sal, pimienta y las especias que quieras. No necesitarás usar aceite porque quedará sabroso, gracias al jugo de tomate y los aliños.
En síntesis, para saber cómo cocinar con menos aceite debes tener en cuenta lo primordial: invertir en un sartén de muy buena calidad, y utilizar aceites que resistan mejor el calor. Y recuerda siempre evitar reutilizar el aceite, y cuando lo botes, jamás lo tires por el lavaplatos, porque contamina las aguas y tapa las cañerías. Bótalo en la basura si es poco, o si es mucho, viértelo en una botella y dónalo a empresas que los reutilizan.